(Texto: Rafael P. Unquiles. Foto portada: Carmen Ruiz) Colombia tiene el firme propósito de ser integrante de pleno derecho de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) en 2015. La fecha la ha fijado Amylkar Acosta Medina, ministro de Minas y Energía del país, que ha tenido un destacado papel en la decisiva asamblea celebrada por IRENA en Abu Dhabi. Acosta es un convencido de las energías renovables. Lo demuestra con un cúmulo de datos que podría persuadir al más escéptico. Sabe de lo que habla. Por ello, y a pesar de las muchas y ácidas críticas que le dedicó en su momento a Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, acabó siendo el elegido para llevar tan complicada cartera. Hoy, cuarenta años después de la guerra del Yon Kippur, acontecimiento histórico en el que sitúa el punto de inflexión que propició la necesidad de un cambio de modelo energético a nivel global, asegura que las energías renovables dejaron de ser hace tiempo una "quimera de los Verdes" para convertirse en "un imperativo".
Amylkar Acosta firma la adhesión de Colombia al Atlas Global de Energías Renovables en presencia del director de IRENA.- ¿Qué mensaje ha trasladado Colombia a la Asamblea de IRENA?
Hemos incidido en la diversificada matriz energética con que contamos. Colombia tiene una amplia gama de recursos energéticos. Dispone de petróleo y también de gas. Además hemos desarrollado los biocarburantes. Esta base confiere al país una fortaleza y una confiabilidad en materia energética. Dentro de esa gama tienen gran peso las energías renovables, especialmente las de generación hídrica. El 64 por ciento de la producción eléctrica en Colombia es de origen hídrico. Pero lo más importante no es ese origen, sino que los proyectos de generación hidráulica son sometidos a unos estándares desde el punto de vista ambiental muy exigentes.
- ¿Es la energía hídrica limpia?
No se puede decir que la generación hídrica 'per se' sea limpia. La construcción de embalses puede afectar a bosques. Si no se actúa de forma adecuada la trazabilidad y la huella ambiental quedan ahí, como una herida, por lo que Colombia impone a las empresas que ejecutan los proyectos un exigente Plan de Manejo Ambiental que es el que nos garantiza la mitigación y la compensación de los posibles daños ocasionados.
El embajador de Colombia, Roberto Vélez, junto al ministro de Minas y Energías de su país.- ¿Qué papel juegan en su país los biocarburantes?
En Colombia hemos venido desarrollando el uso de las biocarburantes. De hecho, yo fui en 2001 el autor de la ley que desbrozó el camino al uso de los biocombustibles y que impuso la obligatoriedad de la mezcla de un 10 por ciento de etanol a la gasolina motor. Posteriormente se aprobó otra ley que amplió el espectro al diesel, algo muy importante porque en Colombia el 60 por ciento del parque automotor consume diesel. La verdad es que llegamos tarde al etanol, pero este retraso tuvo algo bueno porque nos incorporamos en un momento en que se había generalizado el uso de tecnología punta que permitió la transformación y comercialización de los residuos en abonos orgánicos, lo que supuso un nuevo y gran negocio. A nivel mundial Colombia está muy a la vanguardia. No conozco ningún país que supere el 6 por ciento de mezcla de aceite con el diesel y nosotros estamos en el 8 por ciento.
Amylkar Acosta, ministro de Minas y Energía de Colombia.- ¿En qué dirección trabajan en materia de energías renovables?
Hemos comenzado a posicionarnos en la energía eólica y solar. Actualmente tenemos proyectos para poner en marcha parques eólicos de 250 megawatios. Además, de la mano de un convenio con Ecuador, estamos avanzando en un proyecto de geotermia y adicionalmente hemos venido impulsando un programa para dar soluciones a través de las energías renovables al 60 por ciento del territorio del país que aún no tiene cobertura eléctrica. Las caracteríticas de las zonas y de sus poblaciones, muy dispersas, hacen demasiado costoso llevar la energía por redes, por lo que estamos aportando soluciones por medio de paneles de energía solar y fotovoltaica. Es una alternativa apropiada, limpia y con bajo costo operativo.
- ¿El Gobierno se implica?
Hace sólo un mes el Congreso evacuó una ley para promover las energías renovables por medio de incentivos tributarios y arancelarios con la finalidad de abaratar el costo de instalación y operación. También, tras mi llegada al ministerio, hemos querido dar un renovado impulso al programa de uso racional y eficiente de energía. Asimismo, atendiendo el clamor de la industria, que demanda menores costes de energía para ganar en competitividad, hemos propiciado una alianza público-privada para constituir una agencia para la eficiencia energética. Estamos convencidos de que es necesario el uso racional de la energía y por ello se han lanzado treinta recomendaciones.
El ministro Amylkar Acosta durante la entrevista.- ¿Actualmente se dan las circunstancias adecuadas para impulsar un cambio de modelo energético a nivel mundial?
El punto de inflexión para los mercados energéticos en el mundo se produjo a raíz de la guerra del Yom Kippur en octubre de 1973. Hasta entonces un barril de crudo costaba dos dólares. Increíble, pero cierto. Sin embargo, esa guerra sirvió como detonante para el aumento del precio de los combustibles y de la energía. Podríamos decir que se inició una nueva era caracterizada por una energía escasa, costosa y expuesta a toda clase de incertidumbres políticas. De ahí que se generara un consenso en la comunidad internacional sobre tres ejes: la necesidad de ahorrar en energía, hacer un uso racional y eficiente y la necesidad de diversificar la matriz energética incorporando energías alternativas, preferentemente renovables y limpias.
- Pero, ¿realmente existe acuerdo?
Es muy difícil llegar a consensos en la comunidad internacional. Sin embargo, el Panel de Expertos de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, donde se reúnen 2.400 científicos de todo el mundo que hablan todas las lenguas, ha logrado un 90 por ciento de acuerdo a la hora de concluir que la principal causa del cambio climático es antropogénica, es decir, que se debe a la actividad humana. De ahí que se adoptaran medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Hay acuerdo a la hora de considerar que existe una gran correlación entre las concentraciones de gases de efecto invernadero y la subida de los temidos dos grados en la temperatura media global. Las energías alternativas, preferentemente renovables y limpias, son hoy un imperativo.
De izquierda a derecha, Camilo Ramírez, Roberto Vélez, Amylkar Acosta y Dixon Moya.- ¿El compromiso para duplicar de aquí a 2030 las energías renovables es auténtico?
Hemos crecido, no al ritmo que quisiéramos, en el camino de desarrollar nuevas tecnologías que impulsen las energías renovables. Se ha avanzado más en los últimos diez años que en los treinta anteriores. No veo utópico que en este corto plazo que se ha marcado IRENA pueda lograrse llegar hasta un 30 por ciento de participación de las energías alternativas en la canasta energética global. Y eso no sólo lo dice IRENA, la misma proyección la tiene la Agencia Internacional de Energía. La clave está en el costo. Cada nuevo invento reduce el precio de la energía renovable. Y cada día que pasa se están encareciendo los costos de extracción de hidrocarburos. La época de los combustibles baratos pasó y las energías renovables son cada vez más competitivas.
- ¿Caminan con los pies en el suelo o este proyecto planetario tiene mucho de sueño?
La introducción de las energías renovables dejó de ser una quimera de los Verdes para convertirse en un anhelo de la humanidad. Es más, veo que hay más voluntad política y más decisión en la promoción de las energías renovables que en las medidas de mitigación del cambio climático.
- ¿Cuándo será Colombia miembro de pleno derecho de IRENA?
Tenemos aprobada la ley a través de la cual se adoptó el estatuto de IRENA. Sólo resta que la Corte Constitucional le imparta su aprobación por lo que me he atrevido a anunciar que el póximo año aspiramos a asistir a la Asamblea de IRENA en calidad de miembros con todo derecho.
- ¿La comunidad hispana tiene suficiente fuerza en la toma de decisiones de IRENA?
Con Colombia, con Perú y con el apoyo de entidades como la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) cada vez tenemos un mayor peso relativo. Pero lo más importante es que nuestro compromiso es cada vez mayor. Eso ha hecho que, particularmente, América Latina y todo lo que es la Hispanidad se conviertan en un referente para el desarrollo de las energías renovables gracias al compromiso y al interés de la comunidad hispano hablante.
VEA LAS FOTOS DE LA IV ASAMBLEA DE LA AGENCIA INTERNACIONAL DE ENERGÍAS RENOVABLES EN ABU DHABI EN LA GALERÍA DE IMÁGENES, SITUADA EN LA COLUMNA DERECHA DE LA PÁGINA
