domingo. 28.04.2024

Un día de primavera de 2021, el escultor cordobés Javier López del Espino recibió un mensaje a través de su cuenta de Instagram. Y no fue un mensaje cualquiera. Un contacto cercano a la familia real de Abu Dhabi quería encargarle un busto del jeque Zayed Bin Sultan al Nahyan, fundador de Emiratos Árabes Unidos. Nada menos. El joven artista cordobés, residente en una pequeña localidad del sur de Europa de poco más de 42.000 habitantes, no salía de su asombro.

No todos los días llaman a tu puerta para encargarte el busto de un jefe de Estado. Hasta entonces, Javier López del Espino (Lucena, 1985) se había significado por su solvente trayectoria como escultor de piezas religiosas para la Semana Santa española, un género artístico específico conocido como “imaginería”, muy común en el sur de España. Pero, ¿cómo habían dado con él? Al parecer, el antiguo representante del escultor Jaume Plensa había recomendado al artista cordobés para la ejecución de la obra. “En Córdoba, hay un chico fenómeno como retratista”, les dijo a modo de carta de presentación.

En julio de 2021 se produjo la primera reunión en Barcelona. Se examinaron todas las posibilidades y se concretaron los aspectos fundamentales. El formato de la estatua, el tamaño y el material. Luego vinieron más encuentros y muchas llamadas telefónicas. No era un desafío fácil. Zayed Bin Sultan Al Nahayan había fallecido en 2004 y todo el material disponible era fotográfico además de algunos vídeos. “Yo intento siempre trabajar al natural. Tener al modelo en el estudio. Si no es posible, hay que tirar de fotografías y de material audiovisual. Pero no es lo mismo”, subraya López del Espino.

López del Espino en su taller de Lucena (Córdoba, España)
López del Espino en su taller de Lucena (Córdoba, España)

 

Para el escultor cordobés, se trataba de un reto mayúsculo. “Técnicamente es uno de los retratos que más me ha costado”, declara a El Correo del Golfo desde Lucena. Sentía la presión de la responsabilidad con la dificultad añadida de ejecutar la obra sin haber conocido personalmente al modelo que se iba a retratar. Una de las fotografías oficiales de Zayed Bin Sultan le sirvió de guía. Pero también se apoyó en decenas de imágenes y vídeos que recibió por correo electrónico. Cuando retrató a Teresa de Calcuta tuvo que estudiarla concienzudamente leyendo libros y visionando películas suyas. “No se trata solo de representar sus volúmenes físicos. Intentas retratar su alma. Y eso se hace a base de conocer cuanto más mejor al personaje”.

El acuerdo final consistió en hacer un busto en bronce de 70 centímetros de altura. Lo primero fue estudiar la fisonomía del jeque. Ejecutar decenas de bocetos a lápiz para identificar dónde radican las particularidades de su rostro y afinar con las medidas antropométricas. “Tienes que tenerlo claro cuando vas a empezar a modelar”, asegura López del Espino. Una vez ajustado el trabajo previo, se modela el busto en barro. Es la fase decisiva, donde el escultor exhibe su talento artístico. Todo este proceso está supervisado por los clientes a través de vídeollamadas para garantizar que el resultado sea óptimo. Luego, se extrae el molde y, finalmente, se vacía en bronce. Esta labor ya la ejecutan los fundidores en Sevilla o en Madrid y en ella no interviene el artista lucentino. En total, el escultor empleó unos cinco meses de trabajo, antes de embalar la pieza y enviarla por avión con destino a Abu Dhabi. El trabajo respondió a las expectativas del encargo. "Están muy contentos", declara el imaginero. 

Javier López del Espino acaba de recibir la Medalla de Oro de Bellas Artes, otorgada por la República Francesa. A sus escasos 37 años, ya despliega una larga y fecunda carrera profesional, primero como imaginero y después como escultor de arte contemporáneo. Aprendió los primeros rudimentos del oficio trabajando con artesanos de Lucena, antes de matricularse en la Escuela de Arte de Córdoba capital.

Ha hecho decenas de cristos y vírgenes para cofradías de toda España, desde Barcelona a Conil, pasando por Murcia, Tarragona, Madrid, Barbate, Huesca o Porcuna. Ya en 2016 recibió la Medalla de Plata de París y es miembro de la Real Academia de Bellas Artes y consejero de las Reales Academias de España. Una estatua del Papa Juan Pablo II creada por él descansa en alguna de las dependencias del Vaticano.

También prepara una exposición sobre el racismo en Houston, Dallas, Texas y Nueva York, que comienza a finales de diciembre. “Una de mis ilusiones es poder entrar en el mercado americano”, asegura. López del Espino es muy activo en las redes sociales, en cuyo espacio exhibe parte de su obra y contacta con compradores de todo el mundo. Solo en Instagram cuenta ya con 114.000 seguidores.

Busto de Zayed Bin Salman Al Nahayan modelado en barro, antes del fundido en bronce
Busto del jeque Zayed Bin Salman Al Nahyan modelado en barro, antes del fundido en bronce

 

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