Cientos de niños acompañados de sus familias han recibido en la tarde de este cinco enero en Dubai a los Reyes Magos. Dieciséis años después de la puesta en marcha de la cabalgata por la española Cristina Cabrejas Artola, la tradición goza de plena vigencia. Hasta el punto de que la iniciativa se ha consolidado de manera muy firme y hoy es imposible que la celebración no se lleve a cabo en Dubai de la misma forma que se festeja en toda España.
Los Magos de Oriente llegaron al Seville's rodeados de un especialísimo ambiente. Nada más hacer su entrada, los niños, expectantes, se arremolinaron a su alrededor para entregarles sus cartas y aguardar ilusionados para ver si en esta mágica madrugada del 6 de enero encuentran en sus casas los regalos que les han pedido.
El Rey Melchor se dirigió a los niños, antes de sentarse en su trono junto a Gaspar y Baltasar, para explicarles la motivación de la fiesta. Y dijo que, como "los camellos no podían subir en el ascensor", habían llegado !en limusina".
Juan, un padre español que hacía cola con su hijo Omar para acercarse a los Reyes, señaló que había acudido a la cabalgata con su familia llegada de Asturias. "Mi hijo le ha pedido muchas cosas a los Reyes, incluido el carbón de Mieres, pero no sé si sus Majestades se lo traerán todo; tendremos que esperar", puntualizó.
Amaya, madre catalana, acudió junto con sus tres hijos, Laia, Agustín y Amaya, y su esposo, Albert, con enorme ilusión. En la casa de esta familia numerosa, la madre adelantó que habrá muchos regalos, aunque la duda giraba en torno a si los Reyes finalmente traerán a Laia el hamster que ha pedido.
La cola fue larga. Sin pausa pero sin prisa, niños y padres conversaron con los Reyes, quienes entregaron a los pequeños numerosos regalos que fueron preludio de lo que se avecina la próxima madrugada.
La tarde también sirvió de marco para el encuentro de españoles en Emiratos Árabes, que, tras las vacaciones de Navidad, toman fuerzas para adentrarse en el año 2023 y superar la cuesta de enero.
Y ello fue posible en el Seville's, donde mientras disfrutaban de la alegría de sus hijos y de una de las más firmes tradiciones españolas, degustaron la exquisita comida del restaurante, entre la que no faltó ni los roscones de Reyes ni la paella.
