Cientos de personas acompañaron ayer en su funeral a Zayed Al Kaabi, uno de los dos pilotos emiratíes que fallecieron el pasado lunes al accidentarse su avión militar en Yemen, donde participaban en la Operación Restaurar la Esperanza. El entierro en el cementerio Merbah en Fujairah fue multitudinario, como también lo fue el de su compañero Mohammed Al Hmoudi en Sharjah.
Según publica The National, Al Kaabi, de 37 años de edad, casado y padre de tres hijos, supo escasos días antes de morir que su mujer estaba embarazada de nuevo.
Al Kaabi estaba sirviendo en Yemen junto a su hermano Adel. Ayer, miembros de su familia, amigos y parientes de todo el país se reunieron en la mezquita de Al Mamun en Merbeh para darle el último adiós y orar a Dios para que bendiga su alma. Sheikh Mohammed Al Sharqi, príncipe de los Fujairah, ofició la oración del funeral, al que asistieron altos funcionarios, oficiales de las Fuerzas Armadas y policías.
Después del funeral, Khames, otro de los hermanos de Al Kaabi, llevó a su casa la bandera utilizada para envolver el cuerpo del piloto y se la entregó a su madre con orgullo. "Puedo oler el almizcle, ya que es un pedazo de cielo," dijo su madre, de 69 años, tras olerla.
La madre del piloto Zayed Al Kaabi aseguró ayer que la lluvia caída el miércoles sobre el país fue "el cielo derramando lágrimas de alegría, dando la bienvenida a mi hijo más querido".
"Era amable para mí y para toda la familia", dijo su madre afligida. "Solía ser el primero en su clase desde que era un niño pequeño. Su padre murió cuando él tenía 11 años y ahora ha dejado a su hijo Khalifa, que también tiene 11 años".
