jueves. 02.05.2024

Arquitecto inclasificable, en sus proyectos se funde el diseño, la innovación, el arte y la tecnología a partes iguales. Huye de la rutina como de agua hirviendo y su empeño innegociable es generar sorpresa. Esos son los instrumentos con los que ha construido el proyecto expositivo del Pabellón de España de Expo Dubai 2020, que esta misma semana pone punto final a la gran muestra universal.

En la concepción y desarrollo del ‘stand’ español empleó un año largo. Seis arquitectos de su estudio External Reference con sede en Barcelona participaron junto a Onionlab en un desafío complejo y excitante. No es fácil urdir un relato sobre España y sus retos de futuro en un espacio limitado. Esa ha sido la apuesta de Carmelo Zappulla y su equipo. Particularmente asombroso es ‘El bosque de la inteligencia’, inspirado en la selva de Irati e integrado por 150 árboles construidos en tecnología 3D con capacidad para absorber CO2.

Carmelo Zappulla es italiano y cuando terminó la carrera de arquitectura se estableció en Inglaterra. “Soy una persona muy ambiciosa y quería estar en lugares con arquitectura en lo máximo. Por ejemplo, Londres y Barcelona”. En 2004 eligió la capital catalana, donde poco después abrió despacho con solo 27 años. La entrevista tiene lugar, cómo no, por webcam. Carmelo Zappulla se encuentra ocasionalmente en Madrid y contesta amablemente a través de la pequeña pantalla del móvil.

¿El resultado del Pabellón Español es el que usted tenía en la cabeza?

Sí. El resultado es superior a la expectativa. Hay muchos elementos que van animando el espacio y, si usted ve los render y cómo lo manejamos todo en 3D, hay una correspondencia fiel con el proyecto desde su imaginación tridimensional hasta la fabricación. Es un espacio en movimiento, animado, donde las luces son dinámicas y hay proyecciones interactivas. No los puedes congelar en una imagen estática. Estamos estimulando los sentidos: la parte olfativa, la dimensión espacial. Son cosas que no puedes siquiera grabar con un vídeo.

"En las exposiciones cada país expone lo mejor que tiene. El Pabellón de España hace muy bien ese trabajo con las herramientas de hoy en día"

¿Expo Dubai es el anticipo de las sociedades urbanas del tercer milenio?

Las exposiciones siempre han sido un acto cultural, por un lado, y de negocio, por otro, donde cada país expone lo mejor que tiene. El Pabellón de España hace muy bien ese trabajo con las herramientas de hoy en día: una dimensión digital, que antes no existía y que hoy es protagonista. La revolución industrial fue de metal y hoy es informática.

¿Carmelo Zappulla es un arquitecto del futuro?

Me gusta tener los pies en el suelo y estas definiciones me tiran para atrás. Con humildad, utilizamos los lenguajes del futuro y usamos tecnología que ya existe en el presente, aunque el mundo no está preparado para asimilarla. Lo que me gusta es integrar el presente en mis proyectos. Me interesa ver este mundo con una mirada no disciplinaria. La arquitectura es una disciplina muy esnob que siempre mira hacia su propia disciplina con los mismos elementos disciplinarios. Muchas veces es una arquitectura para los mismos arquitectos. Tengo una estima muy alta por la disciplina y la gente de mi despacho son todos arquitectos. Al mismo tiempo soy muy crítico y creo que hoy no se puede hacer arquitectura sin mirar lo que pasa en el mundo. No podemos ignorar una dimensión digital que es parte de la arquitectura.

'El Bosque de la Inteligencia' en el Pabellón de España de Expo 2020 Dubai. (Expo Spain 2020)
'El Bosque de la Inteligencia' en el Pabellón de España de Expo 2020 Dubai. (Expo Spain 2020)

He leído sobre usted lo siguiente: “Construye espacios experimentales que rompen los límites de la arquitectura, el arte y las herramientas digitales”. ¿Hacia dónde se dirige?

Queremos seguir haciendo lo que hacemos hoy en día. Vemos que el arte es de las pocas cosas en el mundo que llegan directamente a tocar las emociones. La música, una obra de teatro, un libro, una escultura, una pintura. Es una maravilla que el mundo nos permita tener estas cosas que nos tocan el alma. Quiero que el arte sea una herramienta para conectar con las personas y generar nuevas experiencias.

“Quiero que el arte sea una herramienta para generar nuevas experiencias”

Usted se siente más artista que arquitecto.

No. Me siento arquitecto. En el sentido de ser como un director de orquesta, que es capaz de poner a mucha gente en su conjunto para generar grupos creativos con un objetivo final. Cada proyecto para mí es como una ópera. Y todo esto se transforma en una edificación construida y permanente. En el caso del Pabellón es una actuación que dura seis meses y ahora estamos pensando opciones para dar una segunda vida a ‘El bosque de la inteligencia’.

¿Qué segunda vida le darán a ‘El bosque de la inteligencia’?

Estamos valorando diferentes opciones. Hay museos interesados. ‘El bosque de la inteligencia’ tiene 150 árboles y nos hemos inspirado en el de Irati para construir un paisaje natural que funcione como soporte expositivo. Están impresos en 3D con material natural mezclado con pure.tech, que es capaz de absorber CO2 y compuestos orgánicos volátiles tóxicos y cancerígenos. Y para generar aire más limpio ponemos fotobiorreactores con microalgas capaces de generar oxígeno. De esta manera, generamos un bosque artificial que se comporta como un bosque natural. Es un espacio emocional con hologramas audiovisuales. Y al final llegamos a ‘El árbol del equilibrio’, cuyas raíces tienen 30 pantallas interactivas para que la gente conteste sobre temas de sostenibilidad. Si la respuesta es positiva, el árbol sigue creciendo digitalmente. Si la respuesta es negativa, el bosque se convierte en rojo marrón y el árbol se empieza a morir. El bosque es una metáfora de la inteligencia colectiva. Y ha ganado el premio como mejor experiencia interactiva de toda la Expo.

Usted diseñó el primer árbol del mundo con tecnología 3D que absorbe CO2. ¿Así serán los bosques del tercer milenio?

No. Yo creo que hay que pensar la tecnología como parte de la naturaleza. Si pensamos que estamos separados de la naturaleza, estamos cometiendo un error conceptual. Nuestras casas no son diferentes de otras inteligencias colectivas como las hormigas o las avispas. Desde la revolución industrial, nuestra especie ha dejado de ser positiva para el medio ambiente. Muchas de nuestras acciones tienen un efecto negativo en la naturaleza. Eso no quiere decir que los bosques del futuro sean artificiales. Nuestra acción debe ser constructiva. Quiero que nuestra movilidad sea en plena simbiosis y equilibrio con la naturaleza. Que no tengamos un efecto negativo sobre el medio ambiente. Y la arquitectura es una de las industrias con más CO2.

"Estamos muy lejos de generar una arquitectura que pueda ser integrada por el medio ambiente"

Su estudio reinventa los espacios usando el principio de la economía circular. ¿Su arquitectura es un compromiso con el planeta?

Estamos muy lejos de generar una arquitectura que pueda ser integrada por el medio ambiente. Ese es el objetivo. Lo que sí debemos intentar hacer es que los  proyectos que hagamos tengan un compromiso con el medio ambiente. Y los arquitectos no lo pueden hacer solos. Hay cuatro actores: el cliente, los arquitectos, la constructora y el Gobierno, que tiene una obligación ética con respecto al medio ambiente, aunque hay muchos intereses económicos o políticos. Hay que llegar a compromisos mínimos. No puede ser que un material reciclado o no contaminante tenga la misma tasación que otro no reciclado y contaminante. En ese caso, el cliente elegirá la opción no sostenible. Si los gobiernos no promocionan una cierta arquitectura o se limitan ciertos materiales será muy difícil hacer esta batalla. El sistema tiene una inercia enorme.

¿Y usted cómo sobrevive en medio de este dilema?

Yo acepto el sistema. No estoy fuera. Intento hacerlo lo mejor posible y proponer a los clientes algunas soluciones.

Bosque de la Inteligencia en el Pabellón de España de Expo Dubai (1)
Las raíces de 'El árbol del equilibrio’ cuentan con 30 pantallas interactivas para que los visitantes contesten preguntas sobre temas de sostenibilidad. (Expo Spain 2020)

También he leído sobre su trabajo lo siguiente: “Su estudio bebe de la música, la escultura, el interiorismo, la poesía y la fantasía, que son afluentes de la magia”. ¿Se reconoce?

Puede ser. Uno de los elementos de mi trabajo es generar sorpresa. Que llegues a un lugar que te descoloque, porque no te lo esperas o hay un cambio de contexto. Lo mismo pasa en la magia. Desde ese punto de vista, sí. Aunque lo veo un poco naif. El trabajo nuestro es un poco más serio que la magia.

¿Si no hay transgresión no hay creación?

La transgresión y la provocación son parte de esta receta creativa. Sin transgresión no hay innovación. Nos la imponemos a nosotros mismos. Queremos que nuestro trabajo rompa con lo anterior. No verás nunca un proyecto que se repita. No verás nunca otro ‘bosque de la inteligencia’. Lo digo con un cierto orgullo y también con una cierta crítica hacia los artistas, porque se repiten muchísimo. Tienen un recurso y lo repiten siempre. Picasso se mantuvo en el cubismo. Cambiaba el tema pero el vocabulario era siempre el mismo. Y cada  proyecto nuestro es único.

"Cada proyecto para mí es como una ópera. Y todo esto se transforma en una edificación construida y permanente"

Usted se ha reivindicado como uno de esos arquitectos que huyen de lo estándar y quieren experimentar. Le aburre construir casas.

No. Hacemos casas también. Nos gusta. Pero es verdad que en una casa no puedes generar una nueva manera de vivir la cotidianidad. Es más difícil. Mi casa es bastante normal. La innovación ahí depende mucho de la gente que va a vivir. Son proyectos más convencionales.

Ha reinventado tiendas en Qatar, Dubai o Londres. ¿Comprar es hoy más que adquirir un producto?

La gente no va hoy a tiendas para comprar o a un restaurante para comer. Va para tener una experiencia social, celebrar cualquier cosa o descubrir algo nuevo. Para tener una experiencia sensorial o disfrutar. Comprar es parte de nuestro ocio. Todas esas tiendas de Dubai o Doha se han convertido en un destino de compras. La gente se siente parte de algo distinto rompedor e innovador.

¿Dubai le inspira?

-Mucho. De hecho, ha salido hace poco un artículo en el Khaleej Times, que informa que estoy interesado en abrir una empresa en Dubai. Lo veo un lugar muy abierto, donde los sueños se pueden transformar en realidad. La gente se propone cosas y las realiza. En Europa, se habla mucho y se hace poco. Allí se hace.

Porque hay recursos.

Hay recursos y hay un sistema que permite que esos recursos se transformen en realidad. Mientras en Europa se produce conocimiento, en Dubai se construye ese conocimiento que se acumula en otras partes del mundo.

¿Cuál es ese proyecto que tiene usted entre manos en Dubai?

Tengo diferentes proyectos de retail, restaurantes y hoteles. No puedo decir mucho más porque todavía estoy a punto de firmar. Tengo muchos contactos muy interesantes de gente interesada en nuestro trabajo que ve en Dubai terreno fértil para que esas ideas se puedan materializar. Uno de los proyectos más rompedor se ha hecho en Madrid para Wow, de Dimas Gimeno, ex presidente de El Corte Inglés.

¿Próximo desafío?

Seguir trabajando para Wow y exportar esta marca a todo el mundo.

"Veo Dubai como un lugar donde los sueños se pueden transformar en realidad"
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