Emiratos Árabes Unidos han condenado el ataque terrorista en el barrio de Al-Masoura en la provincia de Qatif de Arabia Saudita, en el que murieron dos personas, entre ellas un niño, y dejó varios heridos.
En un comunicado emitido este sábado y que recoge la agencia de noticias emiratí, WAM, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional, subrayó, "la solidaridad de EAU con Arabia Saudita y su apoyo a todas las medidas adoptadas para mantener su estabilidad y la seguridad de sus ciudadanos y residentes en su territorio".
También hizo hincapié en la postura firme y el rechazo de EAU a todas las formas y manifestaciones de terrorismo, pidiendo al mismo tiempo el fortalecimiento de la cooperación internacional y los esfuerzos concertados para erradicar "este grave flagelo que amenaza la seguridad y la estabilidad de todos los países del mundo".
El Ministerio alabó los esfuerzos de las fuerzas de seguridad saudíes por establecer la seguridad y la paz y para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y residentes en el Reino. Así mismo extendió sus condolencias al Reino de Arabia Saudita, a su gobierno y al pueblo, así como a las familias de las víctimas al tiempo que desea una pronta recuperación a los heridos.
La Policía regional saudí informó en un comunicado de que "elementos terroristas que buscan entorpecer el proyecto y proteger sus actividades" abrieron fuego este viernes contra los trabajadores de una obra y colocaron artefactos explosivos en las maquinarias que emplean los obreros de la empresa que realiza el proyecto.
Asimismo, agregó que los terroristas "dispararon de forma indiscriminada contra los transeúntes y los efectivos de seguridad que se encontraban en el área", lo que causó la muerte de un niño saudí de dos años y de un hombre de nacionalidad paquistaní.
Además, otras diez personas resultaron heridas, entre ellas dos menores de edad y dos de las cuales está en estado grave, mientras que cuatro agentes presentan heridas leves.
La nota aseguró que los terroristas se refugian en las viviendas abandonadas del barrio de Al Masura, donde tienen sus "bases" para llevar a cabo "crímenes y secuestros de ciudadanos y hombres religiosos, asaltos armados, tráfico de drogas, alcohol y armas".
