Representantes del gobierno de Yemen, del movimiento rebelde Ansar Allah y del partido Congreso General del Pueblo, afín al expresidente Alí Abdulah Saleh, concluyeron este domingo la cuarta sesión del diálogo para un acuerdo de paz.
Según fuentes cercanas a la reunión iniciada el jueves en el palacio Bayan de Kuwait, los negociadores acordaron durante la tercera ronda del sábado en la noche nombrar cada uno a una persona para reportar cualquier violación de la tregua vigente desde el 10 dde abril, según informa Prensa Latina.
Los beligerantes mostraron diferencias sobre el mantenimiento del alto el fuego, pero el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismael Ould Cheikh Ahmed, aseguró que hay progresos.
Cheikh Ahmed afirmó que hubo fuerte respaldo internacional para hacer cumplir el armisticio e insistió en persuadir a todas las fuerzas rivales en aquel país para acatar la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU y arribar a un marco que abra un proceso pacífico y organizado.
Además de dicha resolución, para cuya ejecución los rebeldes desean introducir variantes, las tres partes debaten los esfuerzos para consolidar el acuerdo de alto el fuego vigente y el lanzamiento de un proceso de pacificación en el país más pobre del mundo árabe.
El gobierno de Abd Rabbo Mansour Hadi, respaldado por Arabia Saudita y los demás estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), desea que cualquier arreglo se ajuste también a la denominada Iniciativa del Golfo, su mecanismo de ejecución y el resultado del diálogo nacional inter-yemenita.
Fuentes de la insurgencia chiita hutí precisaron que buscan compromiso para que cesen los bombardeos aéreos y el bloqueo naval impuesto por la coalición de 10 naciones árabes e islámicas encabezadas por Riad. Igualmente, abogaron por el fin de las operaciones militares terrestres de dicha alianza y porque las conversaciones no se ciñan a la resolución 2216 para consensuar primero un liderazgo político para el país, antes de hacer concesiones militares en el terreno.
Dicho texto es visto por el CCG como prerrequisito para la paz, pues exige a Ansar Allah y a los militares leales al expresidente Saleh su retirada de los territorios que domina y el desarme total antes de avanzar en el diálogo.
Según trascendió, Cheikh Ahmed señaló que el proceso impulsado por la ONU "no necesariamente seguirá una secuencia particular", y las discusiones pueden hacerse en paralelo mediante comités de trabajo que buscarán mecanismos de ejecución de cada elemento. De ese modo, se podría arribar a un "acuerdo abarcador e integral que allane el camino para una transición pacífica y ordenada", indicó.
