El Tribunal Penal de Dubai condenó a una banda de cuatro asiáticos, uno de los cuales todavía está prófugo, a tres años de cárcel seguidos de deportación y a una multa de 6.250 dirhams tras ser declarados culpables de robar la misma cantidad, más tarjetas de crédito, ordenador y un teléfono móvil de la villa de un administrador financiero.
El caso se remonta a agosto pasado cuando un gerente financiero asiático, de 33 años, presentó una denuncia en la que afirmó que tres asiáticos que llevaban máscaras médicas irrumpieron en su dormitorio. Uno de ellos trató de restringir su movimiento, mientras que el segundo lo amordazó y el tercero lo golpeó varias veces en la cabeza con una barra de hierro.
La víctima manifestó que trató de resistirse a los perpetradores pero no pudo porque eran más y sufrió múltiples lesiones por la agresión. Sin embargo, pudo quitarle la máscara a uno de los perpetradores. Agregó que los delincuentes se marcharon luego de robarle su cartera, que contenía 6.500 dirhams, además de otras sumas de dinero en varias monedas, siete tarjetas de cajero automático, una cédula de identidad, un teléfono móvil, una computadora y pieles de la villa.
Un policía testificó que un equipo de detectives pudo identificar a uno de los perpetradores y lo arrestó. Confesó haber robado en la villa objeto del caso en colaboración con tres asiáticos, uno de los cuales vivió en el mismo lugar y les ayudó a entrar a la villa dándoles todos los detalles de sus habitantes y desconectando el suministro eléctrico.
El policía agregó que el acusado confesó haber golpeado a la víctima en la cabeza con una barra de hierro y amordazarlo con la ayuda de los demás antes de robarle la cartera, computadora y móvil de la víctima y huir del lugar.
Los otros dos que también fueron detenidos confesaron los cargos.
