sábado. 27.04.2024

El Tribunal Penal de Dubai condenó a una banda de siete asiáticos a siete años de cárcel seguidos de la deportación y les impuso una multa de 12.000 dirhams por secuestrar a una trabajadora y querer venderla al director de un centro de masajes por una suma de dinero.

Anteriormente, la trabajadora se fugó de su empleador para trabajar en un centro de masajes como prostituta antes de que la banda la secuestrara.

El tribunal también condenó al director del centro de masajes y a su pareja a un año de cárcel y a la trabajadora a seis meses de prisión. Todos serán deportados tras cumplir la condena. El tribunal multó al centro de masajes con 100.000 dírhams y ordenó la confiscación de todos los materiales incautados en el centro.

El incidente, que tuvo lugar en el Gran Zoco de Dubai, se remonta a agosto del año pasado cuando una trabajadora asiática denunció a la policía que había sido secuestrada por una banda de siete personas mientras trabajaba en un centro de masajes.

Según informó este martes el diario Gulftoday, la mujer refirió que un miembro de la banda ingresó al centro y pidió un servicio de masajes, agregando que mientras ella lo masajeaba, entraron más personas, alegando que eran policías, y la obligaron a ella y a otra mujer a subir a un vehículo conducido por uno de a ellos.

Más tarde, la encerraron en una habitación en otro emirato y le pidieron que les pagara 10.000 dírhams para liberarla; De lo contrario, la venderían a otro centro de masajes sospechoso, afirmó. Se puso en contacto con su hermano para proporcionarle la cantidad requerida antes de ser liberada.

Durante el interrogatorio, la mujer admitió que había entrado en Emiratos Árabes Unidos con una visa de trabajo de empleada doméstica para una familia antes de huir para trabajar en un centro de masajes que brindaba servicios obscenos para aumentar sus ingresos, basándose en la recomendación de una amiga.

El director del centro de masajes admitió que él y un socio dirigían un centro de masajes que empleaba a mujeres de diferentes nacionalidades y ofrecía servicios obscenos.

El día del incidente, los delincuentes entraron en el centro de masajes y robaron 8.000 dirhams, además de teléfonos móviles y cámaras de vigilancia, antes de secuestrar a las dos mujeres y huir.

Un policía afirmó durante los interrogatorios que un equipo de detectives logró identificar y arrestar a los pandilleros.

Los acusados ​​admitieron que habían aceptado secuestrar mujeres en centros de masajes sospechosos, aprovechándose de sus actividades sin licencia y de la imposibilidad de llamar a la policía porque estaban involucradas en actividades ilegales.

El día del incidente, secuestraron a dos mujeres y las obligaron a trabajar como prostitutas antes de pedirles que pagaran una suma de dinero para ser liberadas o, en caso contrario, revenderlas a otro centro de masajes.

Detenida una banda en Dubai por secuestrar a prostitutas
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