El Tribunal Penal de Dubai condenó a un ciudadano del Golfo a un año de cárcel y ordenó la confiscación de su teléfono móvil por los cargos de agredir en un conocido hotel a ocho personas, incluidos sus familiares, durante una transmisión en vivo en sus redes sociales.
El incidente comenzó con una notificación de transmisión en vivo en Instagram a varias personas, incluidos familiares y amigos del acusado.
Cuando varios de ellos iniciaron sesión en la aplicación para ver la transmisión del sospechoso, se sorprendieron cuando el acusado les dijo que los que estaban dentro del apartamento del hotel eran charlatanes.
Inmediatamente, uno de los amigos y familiares del acusado acudió al lugar donde encontraron al acusado insultando a varias personas e intentando agredirlas mientras acusaba a un hombre y una mujer árabes de ser hechiceros y de realizar actos que le perjudicarían.
Según los documentos oficiales, el imputado intentó tirarse desde el balcón de la habitación del hotel pero su hermana se lo impidió por lo que la agredió y luego fue al baño donde encendió una toalla y la arrojó dentro de la bañera.
En consecuencia, se activó la alarma contra incendios del hotel y el personal de seguridad intentó entrar en el apartamento, pero el acusado se lo impidió colocando la mesa de billar detrás de la puerta.
Según el testimonio de las víctimas, las alarmas de incendio y de agua se activaron en cuanto les llegó el humo, lo que provocó que el fuego se extinguiera antes de que acudieran la defensa civil y la policía, que lograron abrir la puerta del apartamento y detener al imputado.
El acusado fue remitido al laboratorio penal, que indicó que no abusó de ninguna sustancia estupefaciente sino que inhaló deliberadamente un gas que provocó anestesia y depresión del sistema nervioso central.
