sábado. 20.04.2024

Cuando un niño comienza a quejarse de dolores en diferentes miembros de su cuerpo, normalmente puede estar sufriendo de los conocidos "dolores de crecimiento". La mayoría de los padres están familiarizados con esta frase, pero ¿qué son en realidad los dolores de crecimiento? ¿Por qué se producen y cómo se pueden diferenciar de otras causas que pueden derivar en dolencias musculares y articulares en los niños? Y, lo más importante, ¿cómo se puede hacer que el dolor cese y cuándo se debe llevar al niño al médico?

Como el nombre sugiere, los dolores de crecimiento pueden entenderse vinculados con la expansión de los huesos durante el crecimiento. Pero aún no está claro si esta es la principal causa de los dolores, ya que se argumenta que los huesos crecen a un ritmo lento y sin dolor. Algunas teorías sugieren que la principal fuente de los dolores es el uso excesivo de los músculos y no los huesos. Los dolores de crecimiento son una queja bastante común que afecta a una cifra situada entre el 24 y el 40 por ciento de los niños en edades que van de los 3 a los 12 años. Normalmente la dolencia alcanza por igual a niños y niñas, aunque algunos investigadores piensan que los niños pueden verse ligeramente más afectados que las niñas. También existe la posibilidad de que se transmita genéticamente. Los dolores de crecimiento pueden verse agudizados los días en los que se haya incrementado la actividad física y practicado ejercicio extenuante como escalada, correr o saltar. La dolencia suele aparecer por la tarde y por la noche, no durante el momento de la actividad. Es importante saber que estos dolores mejoran y desaparecen por completo por la mañana. El niño, por lo general, se queja de molestias en los muslos, las pantorrillas y detrás de las rodillas y, a veces, en la parte delantera de las piernas. Los dolores de crecimiento son generalmente de naturaleza leve y punzante que mejora con un suave masaje. Aunque estos dolores se encuentran especialmente en las piernas y los muslos, a veces también pueden afectar a los brazos si se ha realizado alguna actividad extenuante que implique esta parte del cuerpo. El grado de severidad del dolor puede variar de un niño a otro y, a veces, los dolores pueden ser muy graves causando que el niño se despierte por la noche y empiece a llorar. Aunque los dolores de crecimiento son comunes, es importante recordar que no todos los dolores en los niños se deben a problemas de crecimiento.

Es importante excluir otras posibles enfermedades y contemplar que puede ser necesario que el niño sea reconocido por un médico si existen los siguientes síntomas: dolor persistente; dolor y rigidez en la mañana; dolor que interfiere en las actividades de la vida cotidiana; trauma, enrojecimiento e hinchazón; dolor en las articulaciones, hinchazón y movimiento reducido de la articulación; fiebre, fatiga y cansancio; o cojeo y debilidad. Hay ciertas medidas que pueden ayudar a aliviar o reducir la intensidad del dolor. Estas medidas son sencillas y muy eficaces e incluyen: masaje en la parte afectada del cuerpo; aplicación de calor, por ejemplo, con una almohadilla caliente (pero no demasiado) en la zona; o un baño caliente antes de acostarse también ayuda. Es importante que se asesore y se anime al niño a que participe en diferentes actividades y deportes para poder trabajar los músculos. Aunque la medicación no es necesaria durante todo el tiempo que dure la dolencia podría ayudar especialmente algunas noches cuando los dolores sean más fuertes. Los medicamentos que se pueden utilizar son paracetamol e ibuprufeno. También es importante resaltar que a pesar de que los dolores de crecimiento puedan llegar a ser molestos, no conllevan ningún daño permanente y no afectan al crecimiento y el desarrollo del niño. De hecho, tienden a mejorar y desaparecer completamente en uno o dos años en la mayoría de los casos. Y si llegan a persistir, siempre con menor intensidad.

Para más información o consulta visitar la página web www.mediclinic.ae o llamar al teléfono +971 4 28 277 88

Cómo tratar en Dubai los dolores del crecimiento en niños
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