El gesto de los estudiantes de sacar la lengua para concentrarse parece ser algo universal. Frecuentemente se observan en niños de entre cuatro y seis años, aunque también en adultos. Pero, ¿por qué sacamos la lengua para concentrarnos? De la respuesta a este interrogante surgen varias hipótesis y, tal vez, la explicación sea una síntesis de todas las hipótesis juntas.
Realmente, sacar la lengua es un gesto universal y natural que se realiza de manera inconsciente para avisar a los demás de que estamos ocupados en algo y no queremos distraernos. Es como un aviso de NO MOLESTAR.
Un equipo de biólogos de la Universidad de Pennsylvania estudiaron el gesto de sacar la lengua. Lo primero que señalaron es que el gesto de sacar la lengua es un signo universal de la especie humana y de otras especies adyacentes como son los orangutanes y gorilas. Este gesto tiene el significado de desaprobación al contacto social, de recelo y vigilancia. El autor Morris, sustenta que el gesto de sacar la lengua es un gesto hereditario y universal que tiene como objetivo notificar a los demás que se está concentrado.
Otras investigaciones hacen referencia a un mecanismo mental que ayuda a centrar la atención y eliminar estímulos que puedan distraernos. Cuando nos enfrentamos a labores concretas que requieren concentración extra el cerebro tiene la necesidad de eliminar distracciones estimuladas por provocaciones ajenas al trabajo. Al ubicar la lengua entre los dientes se logra eliminar el número de estímulos que llegan al cerebro. Las investigaciones neurológicas exponen como la lengua es una de las zonas con más terminaciones nerviosas del cuerpo y por lo tanto recibe y envía una gran cantidad de información. Al mantenerla inmóvil se usa una estrategia para disminuir el flujo de información que llega al cerebro.
No obstante, algunos investigadores han llegado a la conclusión de que la relación entre los comportamientos motrices y la lengua es un reflejo de su fuerte relación. Son diversas las explicaciones del porqué un estudiante saca la lengua para concentrarse; seguramente sea un resumen de todas estas hipótesis la causa que subyace a su conducta: no me molestes estoy concentrado; un elemento cerebral para tratar de mejorar la atención y eliminar otros estímulos y un ejemplo de la relación entre la actividad motriz y el lenguaje.
Es impresionante tener presente cómo una simple conducta en el aula puede ilustrar algo tan complicado como es el cerebro y la expresión.
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Autor: Ruth Mujica.
Directora de Docentes 2.0
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