La sociedad saudita está evolucionando y también la vida social y familiar de los ciudadanos, pero tal vez lo más notable es cómo ha cambiado el papel de la mujer en la familia. Nuevas funciones para el marido y la mujer en la familia se han convertido en un tema candente de debate, según informa el diario Saudi Gazette.
El papel tradicional de la esposa en Arabia era quedarse en casa y criar a sus hijos, administrar el hogar y ofrecer apoyo emocional a su marido. Hoy en día, sin embargo, se espera que las mujeres tengan un trabajo y contribuyan a la comunidad. Estos cambios exigen una reevaluación de la creencia de que las mujeres están obligadas a servir a sus maridos en casa y criar a sus hijos.
El doctor Faisal Alhalabi, profesor de jurisprudencia islámica y director de un centro de desarrollo de la familia y de formación en Al-Ahsa, explicó que la obediencia de la esposa a su marido y que la esposa esté obligada a quedarse en casa son dos cosas diferentes y que esto último no debe excluir el cumplimiento de la primera.
También afirmó que no hay nada malo en que las mujeres trabajen fuera del hogar ya que el concepto de la mujer trabajadora ha existido desde la época del Profeta Muhammad.
"Teniendo en cuenta este derecho, las mujeres deben ser conscientes de que es una responsabilidad más que un derecho, ya que ahora tienen que equilibrar el contribuir a la sociedad con su jornada laboral y prestar atención a sus hijos y a su hogar", dijo.
Según asegura, el papel de la mujer en casa no es necesariamente para cocinar y limpiar. Es más, mantiene que el hogar es simplemente más seguro y estable cuando la madre de la familia está presente.
En cuanto a la obediencia, dice que esposas y esposos se complementan unos a otros en términos de equilibrio de acuerdo con la pareja y la sociedad que les rodea. De hecho, afirma que si la esposa estaba acostumbrada a ser servida por una empleada antes del matrimonio, el marido está obligado a mantener su nivel anterior.
Alhalabi hizo hincapié en la importancia de que las parejas se apoyen para alcanzar los objetivos de cada uno. "De esta manera, ambos ejercerán sus funciones con el apoyo y el estímulo de la otra parte. El matrimonio está destinado a ser una relación feliz entre dos personas y la felicidad no se puede lograr mediante la dominación y el egoísmo, añadió.
Es importante para los esposos y esposas comprender sus derechos y obligaciones en el matrimonio, anunció el abogado Yousef Aljabr.
"Hay una diferencia entre las tradiciones y los aspectos legales. Los esposos tienen el derecho a tener relaciones con sus esposas y las mujeres tienen la obligación de criar a los niños. La creencia de que las mujeres deben quedarse en casa no es más que un concepto cultural. Las parejas deben sentirse cómodas a la hora de expresar sus preferencias y necesidades y crear un sistema y estilo de vida donde ambos sean felices ", aseguró Aljabr.
Sin embargo el doctor Mohammad Ali, instructor de cultura islámica en la Facultad de Jurisprudencia de Al-Ahsa, no estuvo de acuerdo con Alhalabi y Aljabr y manifestó que es mejor si las mujeres se quedan en casa y acusó al pensamiento occidental que corrompe las mentes de las mujeres saudíes.
"Una mujer debe servir a su marido en casa, ya que es uno de los derechos del esposo en el contrato de matrimonio. Por otro lado, el esposo tiene la obligación de proveer financieramente a la esposa. La armonía entre la pareja es imposible de lograr si el esposo no aprueba lo que su esposa está haciendo. Las mujeres pueden trabajar con la condición de que tienen que tener la aprobación de sus maridos. Sin embargo, siempre es mejor para las mujeres quedarse en casa con los niños ", afirmó el instructor de cultura islámica.
"Muchas de nuestras jóvenes están influenciadas por el pensamiento occidental de tener que encontrar un empleo. Tenemos muchos niños perdidos, criados por las niñeras, y que son descuidados por sus madres. No es cierto que el trabajo para las mujeres sea una necesidad, ni es cierto que las mujeres persiguen una educación para obtener puestos de trabajo. Las mujeres que consiguen una educación son seres intelectuales ", concluyó Mohammad Ali.
