(Texto: Rafael P. Unquiles en abc.es) Dubai albergará la Exposición Universal de 2020. La ciudad de Emiratos Árabes Unidos se ha impuesto en las votaciones que han tenido lugar este miércoles en París durante la segunda jornada de la Asamblea General de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), organización responsable de la supervisión, regulación y selección de la ciudad ganadora.
La explosión de júbilo ha sido generalizada en el país del Golfo Pérsico, el primero árabe que acoge una muestra de carácter mundial. Especialmente intensos son los momentos vividos a los pies del Burj Khalifa, el edificio más alto del planeta y lugar elegido para la celebración, que se convirtió en un colosal castillo de fuegos artificiales nada más conocerse la decisión.
En la estacada han quedado Sao Paolo (Brasil), Izmir (Turquía) y Ekaterimburgo (Rusia). La ciudad emiratí ha ido siempre en posición destacada durante las votaciones. La primera en caer fue Sao Paolo, la segunda Izmir y la tercera la población rusa de Ekaterimburgo, que presentó mayor batalla a Dubai, aunque nunca llegó a inquietarla.
Los responsables de la organización de la Expo prevén que el acontecimiento genere 277.000 puestos de trabajo en Emiratos Árabes Unidos además de aportar miles de millones de dírhams a la economía del país. La muestra se celebraría entre octubre de 2020 y abril 2021 en el área de Jebel Ali y Dubai World Trade Center. Se estima que casi 25 millones de personas, en un 70 por ciento procedentes de fuera de Emiratos, visiten el evento.
De esta forma, Emiratos y, muy particularmente, Dubai se preparan para afrontar seis años, los que van de 2014 a 2020, de enorme proyección internacional y en los que quieren estar de forma permanente en el primer plano mundial. Las expectativas que tienen puestas en este periodo no tienen precedentes en el territorio. Y los proyectos en marcha son numerosos.
Una Expo sostenible
De hecho, Dubai ya posee una infraestructura que se encuentra muy avanzada y además ha previsto desarrollar una moderna base logística que permitirá a la Expo dar cabida a 247 participantes principales. Todo ello para acoger un acontecimiento nunca conocido en Oriente Medio que los gobernantes del país están convencidos de que atraerá una inmensa actividad comercial y económica y beneficios que redundarán positivamente en la inversión.
Además, pretenden que se una Expo sostenible. Con el objetivo de generar el 50% de las necesidades energéticas in situ a partir de fuentes renovables, contará con la primera aplicación a gran escala de tecnología fotovoltaica y solar integrada en edificios, que se convertirá en un nuevo patrón de referencia para los grandes acontecimientos futuros.
Entre otros criterios de sostenibilidad figuran el control de la huella de carbono, el alcance de un equilibrio neutral del agua y la gestión del reciclado y reutilización de los materiales. Por ejemplo, el 30% de los materiales de construcción usados en la Expo procederán de una amalgama de materias recicladas.
