Visitar la Exhibición Internacional de Defensa (IDEX), que se celebra hasta este jueves en el ADNEC de Abu Dhabi, permite descubrir destacados inventos y nuevas tecnologías que suponen un importante avance en numerosos campos. Es el caso de SAV, vehículo submarino semi-autónomo para buceadores, desarrollado por SaferTrident, la compañía radicada en Emiratos Árabes Unidos (EAU) del hispano-holandés Gerard Kruisheer, de 28 años.
Kruisheer, de padre holandés y madre mexicana y residente en Abu Dhabi, muestra su vehículo en el stand del Instituto Masdar de Ciencia y Tecnología, entidad que impulsa la investigación centrada en el estudio de la energía avanzada y las tecnologías sostenibles y que es el gran símbolo del futuro en Emiratos. Fue precisamente en las depedencias de Masdar, situadas en la capital emiratí, donde SaferTrident llevó a cabo el desarrollo de SAV como fruto de una alianza para acelerar la innovación de las industrias de defensa, espacio y seguridad a nivel internacional.
Por el expositor de Masdar han pasado numerosas empresas y personas muy interesadas en un vehículo que permite llevar a cabo cuantiosas tareas con gran eficacia y facilidad en un medio como el submarino que en no pocas ocasiones levanta barreras insalvables. Superarlas es ahora más sencillo gracias a SAV, que es muy manejable y totalmente sigiloso.
"SAV puede ser manejado por buceadores para llevar a cabo gran cantidad de trabajos submarinos, pero también es posible que funcione de forma autónoma, lo que permite, por ejemplo, socorrer a alguien que esté en una situación complicada en lugares de difícil acceso", asegura Gerard Kruisheer.
Para estos últimos casos, el vehículo se encuentra equipado con un navegador muy avanzado y con múltiples aplicaciones en el que se fija la posición a la que debe dirigirse sin necesidad de piloto para, por caso, llevar el material que sea necesario. "Por ejemplo, es posible transportar oxígeno en caso de que sea necesario para un buzo", puntualiza.
Además, el vehículo va tomando, a través de una cámara dotada con tecnología informática de visión única con sensores, imágenes de todo el terreno, lo que permite realizar búsquedas muy pormenorizadas y también, ya dentro de la ecología y del medio ambiente, analizar el impacto que pueden estar sufriendo ecosistemas o visualizar la evolución que experimentan algunas zonas como consecuencia de determinados efectos o actuaciones humanas.
Es decir, por medio de SAV, vehículo polivalente híbrido de propulsión (DPV), es posible averiguar si crece el coral, localizar un náufrago o conocer al milímetro la ubicación de un barco hundido. Eso y mucho más, porque también presta otros valiosos servicios como ayudar a los buzos a configurar el relieve, aspecto de gran utilidad para sectores como el de defensa, el petróleo o el gas.
Y todo ello gracias al sistema con que cuenta, que ha sido diseñado de manera que tanto el hardware como el software son modulares y pueden ser adaptados y modificados para requisitos particulares según sus diversos usos, lo que ofrece lecturas de gran precisión.
En este sentido, Kruisheer subraya que "la demanda mundial de este tipo de vehículos es enorme, incluyendo compañías de petróleo y gas que lo requieren para vigilancia de tuberías submarinas o comprobar si sus acciones son respetuosas con el medio ambiente y preservan el ecosistema".
Tras cinco días consecutivos en IDEX, el CEO y fundador de SaferTrident es optimista y ve numerosas posibilidades en el mercado para SAV, que en muchos aspectos puede ser equiparable a un drone que navegara bajo el mar. De hecho, mantiene que el futuro de este tipo de vehículo submarino no tripulado "es prometedor en EAU y en otros muchos países del planeta".
