martes. 23.04.2024

Ali Albwardy, empresario local de Emiratos Árabes Unidos visitó las Cataratas de Iguazú el año pasado en su avión privado y fue amor a primera vista. Decidió comprar el hotel Sheraton, la operación se hizo en silencio y desde hace unos meses ya hay una nueva gerencia, según informa iguazu.noticias.com.

En Dubai, Alí Albwardy maneja una fortuna cercana a los 20.000 millones de dólares, ligada al petróleo y al desarrollo inmobiliario y hotelero. Fanático del polo, es dueño del Dubai Polo Country Club, compró al mejor equipo de la Argentina y para tener un lugar propio donde descansar, también se hizo del hotel Four Seasons en Buenos Aires, por el que pagó 64 millones de dólares. Cuando conoció las Cataratas del Iguazú y se enamoró de la maravilla natural decidió comprar el hotel Sheraton Iguazú, ubicado dentro del Parque Nacional y a escasos metros de las cascadas.

Según trascendió la operación se concretó por unos 55 millones de dólares. El Sheraton ya figura en el catálogo de Albwardy Investment, que tiene hoteles en varios puntos del planeta. No sería la única inversión, sino que Albwardy analiza otra inversión en las 600 hectáreas, pero con un concepto de villas de lujo, un segmento en el que competirá con la firma chilena Awasi, que está desarrollando su hotel en medio de la selva.

El fondo Albwardy fue fundado en 1976 por el jeque Ali Saeed Juma Albwardy, y, en la actualidad, cuenta con inversiones diversificadas en en empresas como alimentos (explota las firmas británicas Spinneys y Waitrose en EAU), logística e industrias. Además opera una decena de hoteles en destinos exóticos, como Zanzíbar, Tanzania y las islas Seychelles.

En 2015 la cadena estadounidense Marriott International compró a su competidora Sheraton y se quedó con el hotel en las Cataratas, que ahora volverá a cambiar de manos. El traspaso se haría el 29 de septiembre, según fuentes consultadas en la ciudad de las Cataratas.

El nuevo dueño pretendería elevar la categoría del cinco estrellas a siete estrellas, las mismas que el Burj al-Arab Hotel (Torre de los Árabes) en Dubai, con una altura de 321 metros, situado en el mar sobre una isla artificial localizada a 280 metros de la playa en el Golfo Arábigo, conectado con tierra firme mediante una carretera.

Ali Albwardy es un ícono de los empresarios que han invertido en el crecimiento de Emiratos Árabes Unidos. Su compañía es considerada como uno de los principales sostenes de la floreciente economía de su país. Seguros, propiedades inmobiliarias, servicios informativos financieros, telecomunicaciones y electrónica, construcción de equipo de la navegación y de aviación, sistemas de la seguridad, propietarios de hoteles, alimenticios, servicios del turismo y de la hospitalidad; fabricación de etiquetas adhesivas, restaurantes, son algunos de los intereses de Albwardi.

Un millonario emiratí compra el Sheraton Iguazú y planea nuevas inversiones
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