jueves. 25.04.2024

La ruptura de relaciones diplomáticas con el Estado de Qatar por parte de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Yemen y Egipto va más allá de la retirada de diplomáticos, de la prohibición de movimientos ciudadanos y del bloqueo de conexiones aéreas y marítimas y se adentra de lleno en el terreno económico.

Quienes primero se van a percatar son los responsables de las compañías radicadas en Qatar, que en adelante no podrán llevar a cabo ningún tipo de transacción directa -ni compras ni ventas- que implique movimiento de mercancía -eso como mínimo- con los países a los que alcanza la crisis, pero también las empresas situadas en los territorios que han dado la espalda a Doha, que ven como se encuentran en el aire los negocios que llevan a cabo con esta pequeña pero muy rica península del Golfo Arábigo que no alcanza los tres millones de habitantes.

Empresarios españoles que actualmente desarrollan su actividad en Dubai han trasladado a EL CORREO DEL GOLFO su preocupación porque "hay muchas compañías que hacen transacciones comerciales entre Emiratos Árabes y Qatar" y, después de lo ocurrido, "numerosas personas no saben de qué manera les puede afectar la situación".

Otra profesional española que ejerce en el terreno de la construcción en Doha ha reconocido que en su empresa ya tienen bloqueado cualquier tipo de movimiento con los países que han roto sus relaciones con Qatar, lo que asegura les va a suponer un grave problema ya que reciben muchos materiales de ellos, especialmente desde Arabia Saudita.

En el campo laboral también existe enorme preocupación debido a los muchos ciudadanos que hoy ejercen su actividad en Qatar procedentes de los países que han roto relaciones con Doha. Están en el aire miles empleos. Emiratos Árabes ya ha dado orden a sus nacionales de que abandonen el territorio qatarí. Y es lógico que igual suceda con los súbditos del resto de estados. El caos puede ser importante. Como dato sirva que 180.000 egipcios trabajan actualmente en Qatar.

Dentro de estos movimientos económicos, un campo fundamental es el del abastecimiento de alimentos, que se lleva a cabo en una elevada proporción, alrededor del 40 por ciento, a través de la frontera terrestre de Arabia Saudita. Al quedar bloqueada, Qatar tendrá que buscar rutas alternativas aéreas de suministro que no procedan de ninguno de los países en conflicto. Y eso va a provocar como mínimo que la comida, actualmente cara, experimente importantes subidas de precios.

Y, por supuesto, también Qatar Airways, una de las grandes aerolíneas del Golfo, sufrirá con dureza las consecuencias. Por lo pronto, ya ha tenido que suspender docenas y docenas de vuelos diarios, en concreto todos los que tienen como origen o destino aeropuertos de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Y esto no ha hecho más que comenzar.

Preocupación en el sector empresarial por las consecuencias de la crisis en los países...
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