jueves. 25.04.2024

José Eugenio Salarich está a punto de cerrar una etapa de cinco años como embajador de España en Emiratos Árabes Unidos (EAU). En ese lustro ha visto crecer “exponencialmente” la presencia e influencia de sus compatriotas en el país, que hoy conforman una comunidad de 16.000 personas. Son tantos que ya se ha aprobado la presencia de un tercer diplomático y se ha abierto una nueva sede de la Embajada en Abu Dhabi. El siguiente reto es impulsar la presencia consular en Dubai, donde reside el 85% de los españoles. Al hacer balance, el embajador habla orgulloso de los éxitos económicos de España. De hecho, aquí hay ya instaladas más de 200 empresas y las que exportan superan las 8.000. No obstante, rehúsa colgarse medallas e insiste en atribuir todo el mérito a los profesionales españoles junto a los que ha trabajado para sacar provecho de las potencialidades de esta tierra. En el momento del adiós, Salarich, que también ha sido embajador de la OTAN en EAU, admite estar muy feliz por todo lo vivido y tiene clarísimo que lo mejor que se lleva son los amigos que hizo en el camino.

¿Es Emiratos Árabes Unidos el país que se imaginaba cuando llegó hace cinco años?

Sí y no. Sí es el país que pensaba porque ya conocía Emiratos de haber venido como director general de Relaciones Económicas, sobre todo para participar en el proceso de instalación de IRENA, la Agencia Internacional de Energías Renovables. También acompañé al presidente Rodríguez Zapatero en el viaje que hizo en 2011 y en otra ocasión al ministro de Industria. Sabía lo que me esperaba. Pero después de cinco años te das cuenta de que este es un país en evolución muy rápida, donde nunca sabes lo que te vas a encontrar cuando se acabe el día. Hay que acompasar el paso a ese desarrollo, que es lo que intentamos hacer con las empresas españolas.

¿Y tiene importancia real para España?

España tiene tres prioridades geográficas: el Mediterráneo, que es nuestra zona de influencia clásica; Europa, que es el aire que respiramos, la Unión Europea, donde están nuestros socios y aliados; y otra es Iberoamérica. Por lo tanto, esta zona del mundo, la zona del Golfo, al igual que Asia y África, no es prioritaria, pero eso no significa que no sea importante. Lo es, y mucho. Desde que llegué en 2012  y a lo largo de los años,  he podido ver cómo Emiratos se ha ido implicando cada vez más en la esfera internacional y en asuntos tan relevantes como la coalición anti Daesh, en la ayuda a Egipto, en Libia, en Yemen, en la lucha contra la piratería, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el Consejo de Cooperación del Golfo. Es decir, realmente ha potenciado su presencia externa y nosotros lo hemos acompañado. Por lo tanto, Emiratos es importante para España en el sentido económico, en el sentido cultural, en el sentido político y también como un aliado en los foros internacionales.

¿Qué aporta Emiratos Árabes a nivel político en la región?

También mucho. Es un país que cada vez gana más importancia. Su alianza con Arabia Saudí refuerza esa posición. Además es un país respetado, tolerante y que presenta un desarrollo económico que, realmente, no tiene parangón en el mundo. Es una voz muy destacada.

¿Puede servir de ejemplo para alumbrar el camino a seguir por los países árabes de su zona?

Sinceramente, no creo que Emiratos tenga una vocación de ejemplaridad, lo que sí tiene es conciencia de la tolerancia. De hecho, ha creado un Ministerio de la Felicidad, que es una cosa muy seria porque no es una felicidad entendida en el sentido lúdico sino un poco lo que nosotros llamaríamos bienestar social, es la atención a la sociedad, que la sociedad esté contenta con sus gobernantes. También han puesto en marcha un Ministerio de la Tolerancia. Es decir, están haciendo esfuerzos políticos muy notables. Emiratos puede ser un ejemplo no tanto para la región sino para que países de otras zonas vean un estado islámico que vive en paz, que tiene seguridad interna y desarrollo económico. Emiratos es un país que está saliendo adelante y que todo el mundo lo alaba. En el fondo, sí son ejemplares.

“Aquí están instaladas más de 200 empresas españolas, pero las que exportan superan las 8.000”

¿Cómo ha evolucionado la comunidad española en estos cinco años?

Ha crecido exponencialmente. Caminamos ya hacia la cifra de 6.000 españoles inscritos, la más alta de todo Oriente Próximo y el Golfo. La cifra varía mucho porque hay gran movilidad, hay gente que se inscribe pero también que se va, que se da de baja y luego vuelve o familias en las que los padres se dan de baja pero sus hijos se quedan aquí. Los datos de la Policía emiratí sobre residentes se acercan a los 16.000. Eso significa que prácticamente hay un inscrito por cada tres residentes. Emiratos tiene mucho tirón por las oportunidades que ofrece a numerosos jóvenes y no jóvenes que llegan en busca de trabajo o de desarrollo de sus propias empresas. Los últimos datos que tenemos es que están instaladas aquí más de 200 empresas españolas, pero exportan más de 8.000, con lo que eso significa de viajes y contactos. Estas son unas cifras muy notables porque suponen no sólo exportar para sacar un beneficio legítimo sino también que hay un conocimiento del país. Para mí esto es esencial. Y es esencial también el turismo, que ha crecido de manera relevante. Ahora estamos en 75.000 turistas que van anualmente desde aquí a España. Hace tres años no llegábamos ni a 30.000. Los hemos multiplicado por dos y medio. Igualmente han crecido las conexiones aéreas. Cuando llegué en 2012 había cuatro vuelos a la semana y ahora tenemos cinco al día. Ese creciente flujo de ida y vuelta implica mayor relación entre los países, las personas y las empresas.

¿España se ha convertido en una referencia turística para los emiratíes?

Sí. Y viceversa. Nosotros importamos muchos turistas pero también hay numerosos españoles que vienen a este país. Tenemos un flujo de ida y vuelta semanal de 35.000 personas con los cinco vuelos diarios. Muchas de ellas hacen sólo tránsito pero otras tantas se quedan.

Es decir, que en este lustro la actividad económica se ha multiplicado.

Sí, muchísimo, pero  no quiero ponerme medallas, el esfuerzo lo han hecho las empresas españolas. Sí es verdad que la Administración les ha ayudado. Si no hubiera relaciones políticas a los empresarios les costaría más esfuerzo y a veces, incluso, no lo conseguirían. Hay que tener presente que estos son países que hacen negocios, sobre todo, con sus amigos y con sus aliados. La primera labor de la Embajada ha sido crear una buena red de relaciones políticas que sea el paraguas o el sustento de una sólida relación económica. Hemos partido de un nivel muy bajo porque esta no era una zona prioritaria ni de inversión ni de negocio hasta hace muy pocos años. Aquí las empresas que más tiempo llevan son Técnicas Reunidas, Acciona o ACS, que tienen una historia de diez o quince años, no más, cuando este es un país con cerca de medio siglo. Otros países nos sacaban mucha ventaja. Nosotros nos hemos enfocado estos años mucho más en Iberoamérica, en Europa, en el Mediterráneo, en África, en Asia y esto se ha quedado un poco apartado. Ahora hay un interés renovado en este país, pero muchas veces nos encontramos que el nicho de mercado está ocupado ya por otros competidores.

 “El Gobierno contempla el viaje del Rey a esta zona en la programación de las visitas de 2017 y 2018”

¿Plantea que España ha llegado tarde a esta zona?

No me gusta la expresión haber llegado tarde, pero sí diría que en algunos sectores podíamos haber llegado antes. Eso significa que el esfuerzo de abrirte camino ahora es mucho mayor porque no sólo tienes que vender tu producto sino además plantar cara a la competencia. No obstante, hemos crecido mucho en comercio, en turismo y en dar una imagen de España que antes no existía. Hemos ganado grandes contratos en infraestructura, como por ejemplo el metro de Dubai de Acciona; en construcción, como San José en el Louvre o en el Hospital de Al Ain; o todo lo que está haciendo en Dubai Leighton, que es propiedad de ACS. Abengoa y Typsa han hecho plantas solares; Acciona, Cadagua, Abengoa y Aqualia, desaladoras. Airbus ha logrado contratos en Defensa y Rauros en mantenimiento de carreteras. Y al mismo tiempo hemos ganado pequeños nichos de mercado en sectores donde no estábamos hace unos años, por ejemplo en la moda con Inditex, Mango, Desigual, Adolfo Domínguez… Esas marcas se encuentran hoy en todos los centros comerciales. Los cocineros y los restaurantes españoles están haciendo un esfuerzo por tener una presencia de calidad compitiendo con grandes establecimientos. Estamos promocionando el mundo gastronómico español, el buen vino, el buen aceite, las buenas conservas… El deporte a través de la Liga de Fútbol Profesional y Mediapro … Y la educación y la cultura. Las grandes escuelas de negocios españolas, como IESE, IE o Esade, están todas aquí. Hay acuerdos de universidades emiratíes con universidades españolas, como la de Córdoba, de Castilla La Mancha, la Complutense o la Alianza 4 Universidades. En investigación está el CSIC, el Clinic de Barcelona o acuerdos de cooperación con laboratorios de las principales universidades tanto de aquí como extranjeras. Estamos proporcionando lectores de español a la Universidad Americana de Dubai. Los campos económicos son tan grandes que realmente lo que nos falta es tiempo y personal. Y las perspectivas son extraordinarias porque este es un país que, según las estadísticas, sigue creciendo económicamente y sigue creciendo en población, con lo cual las necesidades continúan aumentando.

¿Cuál es ahora la principal necesidad de la comunidad española de residentes?

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha hecho un doble esfuerzo y eso es una cosa que el embajador que venga se va a encontrar. Por un lado, está la nueva sede de la Embajada, que ha permitido una reorganización más eficiente del trabajo y aumentar el número de citas disponibles diarias en casi un 30 por ciento, lo que redunda en un menor tiempo de espera y en una atención más satisfactoria para nuestros ciudadanos. Su localización también ha mejorado en una zona fácilmente accesible que cuenta con amplios aparcamientos en los alrededores. En segundo lugar, ya se ha aprobado la presencia de un tercer diplomático, que se suma al embajador y a la segunda jefatura y que reforzará las tareas consulares. La Embajada tiene ahora el reto de incrementar su presencia en Dubai, que es algo que necesita la comunidad española porque prácticamente el 85 por ciento de la misma reside en esa ciudad. También lo necesitan los españoles que no son residentes, que pueden perder el pasaporte, caer enfermos o tener, incluso, problemas con la policía. Hay que atenderles. Es decir, estamos necesitando una presencia más permanente en Dubai y el Ministerio lo sabe y ha tomado muy buena nota, sobre todo con vistas a lo que va a suponer la Expo 2020.

¿El principal punto negro al que se ha enfrentado?

El tema más difícil al que me enfrenté cuando llegué fue el contencioso que había entre el Gobierno español y Masdar sobre las renovables. Afectaba a la inversión que había hecho Masdar en una empresa que se llama Torresol. Este problema estaba dañando la relación global y se resolvió con mucha paciencia y voluntad política por las dos partes. Para mí la prioridad número uno fue resolverlo y evitar que contaminara el resto de la relación política y económica. Se llegó a un acuerdo y, aunque no es plenamente satisfactorio, las aguas se han calmado. La prueba está en que los emiratíes, no sólo en renovables sino en otros muchos sectores, otorgan licitaciones a empresas españolas.  

El Rey de España estuvo hace cuatro meses en Arabia. ¿Es probable que haga pronto una visita a Emiratos?

Por supuesto, está prevista. El Gobierno se encuentra programando las visitas de 2017 y 2018 y se contempla el viaje del Rey a esta zona.  

En septiembre pasado se puso en marcha el Consejo de Residentes Españoles en Emiratos. ¿Realmente sirven para algo estos consejos?

Es un servicio a la comunidad que cuando esté más rodado resultará realmente muy útil. Soy un convencido del Consejo de Residentes. Está inspirado en otras experiencias de países muy próximos a España donde iniciativas similares funcionan muy bien. Nosotros vamos quizás con un poco de retraso, pero lo esencial es que los representantes elegidos democráticamente por la comunidad española en el exterior pueden hacer valer su voz, sus quejas, sus propuestas positivas y todo lo que quieran proponer a las autoridades de forma colectiva. Es evidente que esta voz es muy autorizada. También es bueno el hecho de contar con personas que hagan de nexo de unión entre la Embajada y la comunidad de españoles. Antes no teníamos otra manera de hacernos oír por la comunidad salvo el email, Twitter o la página web.

“EL CORREO DEL GOLFO, periódico muy leído a diario en esta región, fue una ayuda inestimable para impulsar las elecciones al Consejo de Residentes en EAU”

¿Cómo interpreta el hecho de que en Emiratos Árabes se hayan presentado tres candidaturas al Consejo de Residentes y en Arabia Saudí y Qatar ninguna?

Lo valoro de una forma muy optimista. Eso significa que aquí hay dinamismo, que hay vida. No quiero decir que no haya dinamismo en los otros países, pero es evidente que aquí estamos sacando mucha ventaja. Hay interés por la cosa pública y por mejorar y eso es digno de encomio y para estar orgullosos. Emiratos, en ese sentido, ha resultado un ejemplo. En esto EL CORREO DEL GOLFO, que es muy leído a diario en Internet, fue una ayuda inestimable porque unos días antes de las elecciones el periódico se brindó a exponer los nombres de todos los candidatos y un resumen de qué era lo que quería hacer cada uno. El periódico ha hecho una labor de divulgación que la Embajada no puede hacer, porque tenemos que ser neutrales, y eso está muy bien.

¿Hay futuro para la lengua española en esta zona?

Soy moderadamente optimista. Cuando era director general de Asia tuve el gusto de abrir cinco institutos Cervantes  -Pekín, Shangai, Sidney, Nueva Deli y Tokio-. Luego abrimos uno en Makati en Filipinas y dejamos planteada la posibilidad de abrir un segundo en Pekín y en Shangai. La demanda del español en todos estos sitios superaba el cuarto de millón de personas al año. Aquí no contamos con esa demanda y el Instituto Cervantes, que tiene otras prioridades y pocos recursos, va a sitios donde hay más demanda de español. Lamentablemente no tenemos en el Instituto Cervantes la estructura del Goethe Institut, del Liceo Francés o del Británico, que pueden incluso abrir centros en sitios donde hay poca demanda. Además, los españoles y los hispanos suelen aprovechar que están en un país anglófono para enviar a sus hijos a que aprendan inglés. Por eso, el enfoque que tiene la enseñanza del español va hacia los no hispanos. Ahora se está instalando en Emiratos Árabes un centro San Estanislao de Kostka, el colegio SEK, que tiene una escuela en Qatar y quiere aterrizar aquí. Su enfoque es una educación bilingüe tanto para hispanos como no hispanos. Oficialmente un Cervantes no se puede abrir porque no hay demanda, pero sí podríamos abrir, y es lo que estamos intentando, aulas Cervantes.

¿Qué otras representaciones diplomáticas ha ejercido durante este periodo?

Me siento muy orgulloso de ser embajador bilateral, representante permanente ante IRENA y durante cuatro años embajador de la OTAN, que es un título oficioso. Técnicamente se denomina punto focal de la Alianza, pero en realidad la representa. En todos los países no OTAN hay una representación que defiende los intereses de la organización en ese país y, al mismo tiempo, es el canal de comunicación de las autoridades de ese país con la OTAN. A mí me pidieron que hiciera esta labor en los años 2013 y 2014 y me renovaron en 2015 hasta 2016.

¿En qué consiste ese trabajo?

Es interesante porque me ha dado un especial contacto con las autoridades de Defensa. Consiste en un viaje de ida y vuelta, acompañar visitas, transmitir mensajes, informar de iniciativas. Junto al agregado de Defensa conformo un canal de transmisión de información, de mensajes, de propuestas e incluso de gestiones en nombre de la OTAN. También canalizamos en unión con la Embajada de EAU en Bruselas mensajes y propuestas emiratíes a la OTAN.

“Hay aprobado un tercer diplomático de España que reforzará las labores consulares”

Debe ser una labor muy activa…

Ciertamente. Por ejemplo, la OTAN tiene desplegada en el Índico una fuerza naval importante que muchas veces recala en puertos emiratíes y necesita asistencia a causa de algún accidente o por operaciones como la que se desarrolla contra la piratería, que está pilotada por la propia OTAN. La organización también actúa en Afganistán y se da la circunstancia de que Emiratos es un país que facilita enormemente las operaciones en ese país a través de una base aérea de traslados. También he asegurado en Emiratos los intereses de la OCDE: España es presidente del MENA en el ámbito de la formación y la educación y aquí esto tiene una enorme importancia.

¿Cómo ha cambiado la estructura de la Embajada en estos cinco años?

Cuando llegué había sólo un consejero comercial, ahora tenemos además uno de Defensa, uno de Interior y otro de Turismo. También hemos potenciado el Spanish Business Council, que ha ido creciendo en consonancia con el país y proyectando la imagen moderna de la empresa española. Las cuatro agregadurías que hay más el Spanish Business Council, que es privado pero que está muy apoyado por la parte oficial, hacen que nuestra presencia empiece a ser por lo menos visible.

Salarich se lleva un gran recuerdo de Emiratos Árabes. (EL CORREO)¿Es complicado desarrollar el cargo de embajador en un país como Emiratos?

A mí me ha resultado muy sencillo por múltiples factores combinados. Lo primero, las excelentes relaciones políticas. Baste con citar que en este tiempo han realizado visitas oficiales a Emiratos numerosas autoridades españolas, entre ellas el Rey Juan Carlos I, 14 ministros y 12 secretarios de Estado. La sintonía política entre España y Emiratos es tan buena que realmente mi principal labor ha sido no estropearla. Les hemos apoyado desde el principio para la candidatura de la Expo 2020, donde hemos confirmado nuestra participación; les hemos respaldado en el Consejo de Seguridad de la ONU y ellos a nosotros; hemos ayudado al levantamiento de los visados para emiratíes en el espacio Schengen… Lo segundo es que aquí hay una comunidad de españoles muy enfocada hacia un trabajo profesional de calidad y el tipo de relación que piden a la Embajada va en consonancia con este nivel. Lo tercero son las buenas condiciones de medio ambiente. Además es un país seguro y con gran calidad de vida. Cierto que resulta caro pero también es un país muy vivible, incluso hasta en los meses de más calor.

¿Son accesibles las autoridades del país?

Todos los lunes del año podemos saludar al príncipe heredero y transmitirle un mensaje. Son autoridades muy accesibles. No he encontrado nunca ningún problema.

 ¿Qué le aconsejaría al nuevo embajador?

Lo que a mí me ha servido mucho es estar presente, eso significa un esfuerzo de movimiento. Aquí no sólo se es embajador en un país sino también en dos ciudades, hay que estar en los eventos y en los actos que organizan los españoles porque la presencia de la Embajada ayuda a la proyección pública de las empresas. También hay que acudir a los actos de los emiratíes, muy importante. Hay que ir a las cumbres, las ferias, las conferencias, los eventos, los seminarios que se organizan tanto en Dubai como en Abu Dhabi y hay que hacer una labor de presencia física extra a la que se lleva a cabo en otras embajadas. Le recomendaría al nuevo embajador que haga esta labor a la que las empresas ya están acostumbradas y que resulta un esfuerzo políticamente muy rentable.

¿Cuál ha sido la principal aportación que se lleva de Emiratos Árabes a nivel personal?

Tengo 36 años de carrera, 22 de los cuales los he pasado en el extranjero, y de cada país te llevas algo. De aquí, la buenísima amistad que he hecho con grupos de españoles, de empresarios, de deportistas, de artistas. Son una piña. Eso es lo que yo me llevo junto a buenos amigos emiratíes. Dicen que aquí es muy difícil hacer amigos. Y es verdad, hay que realizar un esfuerzo grande, pero una vez que se es amigo de un emiratí, se es amigo para siempre. Me llevo esta amistad y, por supuesto, la de los españoles.

¿Volvería a vivir en Emiratos?

Sí, sí. Es un país duro con mucha competencia en todos los sectores. Tiene enorme mérito la gente que se abre paso y que quiere permanecer aquí. He visto a quien se ha ido obligado por circunstancias pero si hubiera sido por ellos se habrían quedado y eso te dice mucho de Emiratos Árabes.

“Cuando llegué en 2012 a Emiratos había cuatro vuelos a la semana a España y ahora...
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