sábado. 27.04.2024

La ruptura de los lazos diplomáticos y el bloqueo parcial contra Qatar por EAU y Arabia Saudita no están dirigidos a forzar un cambio en el liderazgo del país. "No se trata de un cambio de régimen, se trata de un cambio en la política, un cambio de enfoque", dijo Anwar Gargash, ministro de Estado de Asuntos Exteriores de EAU. "El gobierno de Qatar está en la negación", agregó, llamando a Qatar "el campeón principal del extremismo y el terrorismo en la región".

Gargash habló antes de la llegada a EAU del emir de Kuwait para mantener conversaciones sobre la crisis. El jeque Sabah Al Ahmad Al Jaber Al Sabah, se ha involucrado en una ronda de diplomacia itinerante, comenzando con una reunión con el rey Salman en Jeddah este martes.

El miércoles por la tarde se reunió en Dubai con el jeque Mohammed bin Rashid, vicepresidente y gobernador de Dubai y con el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, príncipe heredero de Abu Dhabi y subcomandante supremo de las Fuerzas Armadas. Los líderes reafirmaron la importancia de la coordinación regional e internacional para combatir el "extremismo y el terrorismo y poder bloquear sus fuentes de financiación", informó la agencia estatal de noticias WAM.

Más tarde, el emir de Kuwait voló a Doha donde mantendrá conversaciones con los líderes de Qatar.

A medida que continúan las sanciones contra Qatar, la agencia Standard & Poors rebajó la calificación de crédito del país en un escalón y el rial qatarí cayó a un mínimo de 11 años en previsión de que los fondos de inversión salgan del país.

Las tensiones que estallaron hace dos semanas y luego se intensificaron drásticamente este lunes, tienen su origen en apoyo de larga data de Doha a la Hermandad Musulmana y a grupos islamistas. EAU y Arabia Saudita también acusan a Doha de propagar la ideología extremista que alimenta el respaldo a grupos como Al Qaeda y Daesh.

Los mismos problemas se encendieron en 2014, pero el jeque Tamim - en ese momento emir de Qatar - se comprometió en tomar medidas para eliminar el apoyo de Doha a grupos islamistas, el uso de sus medios de comunicación como plataforma de estos grupos y llevar la línea de Arabia Saudita en su postura con Irán.

Las autoridades saudíes y emiratíes aseguran que esas promesas no se cumplieron, y  ahora con el apoyo público de Donald Trump, están usando su influencia para tratar de llevar a Qatar por el buen camino de una vez por todas. "Hemos llegado a un callejón sin salida en términos de tratar de convencer a Qatar para que cambie su rumbo", explicó Gargash a la AFP.

Trump habló por teléfono con el saudí rey Salman este martes. La Casa Blanca dijo que "discutieron los objetivos fundamentales para la prevención de la financiación de organizaciones terroristas y para eliminar cualquier promoción del extremismo por cualquier nación en la región".

El presidente de Estados Unidos luego habló con el emir de Qatar este miércoles y se ofreció a acoger una reunión en la Casa Blanca para ayudar a resolver la crisis. Trump insistió en que todos los países de la región deben trabajar juntos "para impedir la financiación de las organizaciones terroristas y detener la promoción de la ideología extremista".

Kuwait y Omán han estado al frente de los intensos esfuerzos de mediación. Kuwait jugó un papel decisivo en la negociación del acuerdo que desactivó la crisis anterior en 2014. Sin embargo, Gargash advirtió contra un gran avance, incluso antes de la visita del emir de Kuwait a EAU. Dijo que las condiciones no eran las adecuadas para la mediación por el momento. "Las condiciones tienen que empezar con que Qatar cambie sus políticas".

Mientras tanto, el presidente Recep Tayyip Erdogan de Turquía, el principal aliado de Qatar, dijo que "no creía que las sanciones contra Qatar fueran buenas". "Turquía seguirá y desarrollará sus lazos con Qatar, al igual que con todos nuestros amigos que nos han apoyado en los momentos más difíciles."

El miércoles funcionarios turcos dijeron que Ankara puede acelerar los planes de desplegar más soldados en la base permanente que estableció en Qatar, así como exportar alimentos y agua vitales para el emirato. La única frontera terrestre de Qatar es con Arabia Saudita, por la que pasa alrededor del 40 por ciento de sus alimentos y gran parte de sus materiales de construcción y otras materias primas. Otra parte importante de los alimentos se re-exporta a través de EAU, que ha cortado todo tipo de comercio con el país.

Qatar alberga el cuartel general avanzado del Comando Central de Estados Unidos en la base aérea Al Udeid, que es crucial para las operaciones estadounidenses en Irak, Siria y Afganistán. La decisión de Qatar  de albergar  la base en 2002 fue en parte un movimiento estratégico para protegerlo de los rivales más grandes. El ejército de Estados Unidos ha dicho que no tiene planes para cerrar la base.

El despliegue militar de Turquía en el país, aunque pequeño, es una señal significativa. En este momento hay 94 soldados turcos en la base en Qatar, según informó un general turco el mes pasado en IHS Jane. El general dijo que alrededor de 600 efectivos estarán estacionados allí, pero en 2015 otro funcionario agregó que el objetivo era tener 3.000 soldados en Qatar.

Por su parte, Jordania, país aliado del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) fue el último en unirse a Riad y Abu Dhabi en tomar medidas contra Doha. Solicitó al embajador de Qatar en Amman salir del país en cuestión de días y, después de "examinar las razones detrás de la crisis", decidió rebajar - aunque no cortar - sus propias relaciones diplomáticas con Qatar. También cerró la transmisión de la cadena Al Jazeera. Los dos países mantenían relaciones frías antes de la crisis del GCC, señaló Fares Braizat, presidente del NAMA Soluciones de Inteligencia Estratégica en Amman. Doha, en consecuencia, tampoco nunca ha contribuido a un fondo del GCC de 5.000 millones de dólares establecido en 2011 durante la primavera árabe para apoyar proyectos de desarrollo en Jordania.

Las Islas Comoras fue el último país en rebajar las relaciones diplomáticas con Qatar este miércoles y la aerolínea nacional de Marruecos, Royal Air Maroc, cancelaron vuelos a EAU, Arabia, Yemen y Egipto que realizan a través de Doha. 

EAU y Arabia buscan un cambio en la política y no en el liderazgo de Qatar
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