viernes. 29.03.2024

Los cuerpos de los dos militares emiratíes fallecidos en Yemen, el soldado de primera Soliman Mohammed Soliman Al Dhohouri y el sargento Nader Mubarak Eisa Soliman, han sido enterrados hoy por sus familias.

Los dos militares, según anunció este viernes el Comando General de las Fuerzas Armadas, murieron en el desempeño de su función mientras participaban en la Operación Restaurar la Esperanza, que desarrolla la Coalición Árabe liderada por Arabia para apoyar y restaurar en el poder al gobierno legítimo de Yemen. 

Una guardia de honor formada por oficiales de alto rango recibieron los ataúdes en el Aeropuerto de Al Bateen, a su llegada a Emiratos.

Según ha contado a The National Abdullah, hermano de Al Dhohouri, el militar había regresado a Yemen hace una semana tras una licencia de diez días cuando cayó en combate.

Abdullah asegura que la última vez que habló con él su hermano estaba feliz de regresar al servicio "Si me convierto en un mártir es mejor", le dijo el soldado. Abdullah afirma que su hermano, de 33 años, estaba lleno del espíritu y el entusiasmo del guerrero.

Al Dhohouri se unió al ejército después de terminar la Secundaria en 2000 y ha servido con las misiones humanitarias de las Fuerzas Armadas en Afganistán, Irak, Eritrea y Jordan, antes de unirse a las operaciones de coalición en Yemen en 2016.

"Nunca habló acerca de lo que se encontró durante la guerra (en Yemen). Decía que eran secretos militares pero él siempre solía decir 'Qué Allah les conceda paciencia" dijo Abdullah.

A Al Dhohouri le sobreviven sus padres, seis hermanos, esposa y dos hijos, de 10 y 8 años. 

Los EAU también lamentó la muerte del sargento Nader Mubarak Eisa Soliman, de 45 años, que murió de un ataque al corazón mientras dormía.

La esposa de Soliman fue el último miembro de la familia que pudeo hablar con él el jueves.

La llamó y le dijo "Estoy tratando de volver rápidamente, quiero verlos a todos", dijo su hermano Eisa. "Luego le dijo que iba a descansar y llamarla al día siguiente", añade.

Después de las oraciones, Soliman se retiró a su camarote. "A la mañana siguiente, sus colegas no quería que se despertara en un primer momento porque sentían que estaba cansado de haber estado en servicio durante todo el día antes", cuenta su hermano. Sin embargo, cuando intentaron lo despertará más tarde se descubrió que estaba muerto.

Soliman tenía dos hijos y tres hijas. Su hijo mayor tiene 22 años y el más joven tiene cinco años.

Enterrados con honores los dos militares del ejército emiratí fallecidos en Yemen
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