Los fanáticos del espacio y de la astronomía están de enhorabuena este fin de semana, cuando se espera que tres días de lluvia de meteoros destellen en el cielo nocturno de Emiratos Árabes.
Las Perseidas son las estrellas fugaces más potentes y populares del año, y la madrugada del 12 al 13 de agosto es la mejor para observarlas, a pesar del brillo de la luna: hay que buscar un sitio oscuro, sin obstáculos como edificios o árboles, y no hay que usar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión. Esta lluvia de estrellas también recibe el nombre popular de 'lágrimas de San Lorenzo' por la proximidad de su máximo de actividad al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre, y, si la meteorología lo permite, se podrían llegar a observar en algunos momentos dos meteoros por minuto en la madrugada del viernes, sábado y domingo.
Para celebrar la ocasión, el Dubai Astronomy Group organizará un evento público durante estos días de Perseidas, que brindará a los visitantes la oportunidad de mirar a través de los telescopios del Grupo de Astronomía de Dubai otros objetos celestes, como Saturno, estrellas y cúmulos globulares.
El evento también contará con presentaciones en vivo, espectáculos de planetario y vídeos sobre el cielo nocturno.
El viernes por la noche, en el centro de astronomía de Al Thuraya en el parque Al Mushrif de Dubai, comenzará una sesión a las 20.00 horas sobre cómo fotografiar el evento.
También habrá una oportunidad de observar los planetas a través del telescopio.
El sábado por la noche, a las 21.00 horas, los entusiastas pueden reunirse en las montañas cerca de la presa Showka en Ras Al Khaimah para contemplar el fenómeno.
Cada año a principios de agosto nuestro planeta cruza la órbita de este cometa, que pasó cerca del Sol por última vez en 1992, explica en su web el Instituto Geográfico Nacional de España, que señala que su órbita está llena de partículas pequeñas. La mayoría son tan pequeñas como un grano de arena y cuando se cruzan con nuestro planeta impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora.
El choque produce, en estos fragmentos, un aumento de temperatura de hasta cinco mil grados en una fracción de segundo, lo que hace que se desintegren y emitan un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz (las partículas más grandes pueden producir estrellas fugaces mucho más brillantes que reciben el nombre de bólidos).
