martes. 23.04.2024

Manuel Guisande, escritor, periodista y columnista de EL CORREO DEL GOLFO, está exponiendo con éxito en La Coruña su obra ‘En tu línea’, un conjunto de 12 poemas desenfadados sobre algo tan peculiar como son las líneas de las carreteras que dan pie a 24 fotografías en blanco y negro de Antonio Amboade. Afirma que le encantaría exponer en Dubai porque, como dice irónicamente, “camellos y carreteras sé que tenéis, curvas me da que no; pero de coches vais más que servidos”.

Un poco rara la exposición ¿no? -Ya mi abuela decía “que va a ser de este niño”, pero por fortuna para ella está en el otro mundo, no creo que soportara ver a su nieto mirando horas y horas una carretera y menos que le explicara que estoy viendo, en un cambio de rasante, a una línea suicida a la que estoy animando con un poema a que no se mate o una verónica en una curva muy cerrada o un mensaje en morse en esas pequeñas líneas pequeñas discontinuas cuando sales de una carretera nacional y quieres coger una comarcal.

Y su familia, su mujer ¿qué dice? Mi mujer es indiamericana de la tribu sioux. Aunque cuesta creerlo la conocí porque se confundió de casa, hay gente así. Yo vivía en una aldea de siete habitantes, llegó ella de Rouen a pasar unos días a la casa de unos vecinos, se confundió, entró en la mía y... no voy a decir que fue un flechazo, que dado su origen podría ser, pero luego se fue a Francia, me acordé de ella y como en casa había una maleta y los gallegos es ver una maleta y somos incapaces de no cogerla... pues fui a buscarla y me casé. Tras este shock comprenderá que ya me pueden decir lo que sea que desde entonces no reacciono. Piense además que en mi casa, además de ella está un hijo que es fracoamericano, otro que es francés, la que atiende la casa que es colombiana y yo que, sinceramente, no sé muy bien qué hago habiendo nacido en Santiago de Compostela.

Volviendo a la exposición, ¿de qué trata exactamente? Es una interpretación dándoles vida a las líneas de las carreteras. Desde que nacemos ellas siempre han estado ahí, nos han cuidado para no tener accidentes, nos han acompañado pero poca gente sabe lo que nos quieren decir. Eso es precisamente de lo que trata la exposición, de lo que nos quieren decir, comentar, hablar, enseñar y, gracias a Antonio Amboade, que es un crac de la fotografía y ha hecho un trabajo espectacular , resulta más sencillo entenderlas. Sinceramente es una exposición muy curiosa, a todo el mundo le sorprende.

El humor siempre está presente en su obra. -Yo más que escribir describo lo que veo en la vida y, sinceramente, depende del enfoque con que la veas es muy divertida, pero no me considero humorista. Digamos que es una forma de ser. De pequeño me echaban de clase por reírme, por imaginarme cosas. Entonces los profesores, con aquellas voces de ultratumba que parecía que te iban a gasear, decían: “¿Nos puede decir el señor Guisande de que se ríe para que nos riamos todos?”. Naturalmente, aparte del bajón que me daba en el momento, ya me iba fuera de clase; pero lo que es la vida, ahora con el tiempo los profesores han sabido de qué me reía porque leen mis libros.

¿Y qué es lo que más le sorprende de la vida? Pues sinceramente todo. Esto que llaman vida es alucinante. La gente se acostumbra y no se da cuenta que un día de vida es algo maravilloso, y no lo digo porque haya tenido alguna enfermedad o algo así; es más, ni un catarro, pero cuanto más vivo más deseo vivir y tengo problemas como todo el mundo, obviamente.

Manuel Guisande, escritor y periodista. El escritor y periodista Manuel Guisande.

 

Usted escribe teatro, artículos, cuentos, poemas infantiles y para adultos, ha hecho cortometrajes... ¿qué le falta por hacer? Mire, menos picar en la Nacional VI hago lo que sea; pero es cierto, digamos que más que facilidad para escribir lo que tengo es una tara. A mí esto de escribir no me cuesta nada, que guste o no, eso ya es otra cosa. Pienso que si alguien tiene una cualidad, y con esto no me refiero a mí, debe saber que esa cualidad no le pertenece por entero, que de alguna forma ha sido elegido para que revierta en la sociedad y todos, absolutamente todos, podemos hacer algo para ser más felices.

¿Por ejemplo? Pues saliendo de casa con un careto más sonriente, ya estamos haciendo algo importante y si ayudas a alguien... todo va mejor. Sonreír debería ser una obligación y estar triste debería estar penado o, al menos, que estuviera prohibido salir a la calle.

¿Y se puede vivir de la literatura? De literatura lo que se puede es morir y le aseguro que es facilísimo. Yo hasta he llegado a plantearme si soy escritor porque como poco o porque como poco soy escritor. Es una duda existencial que me tiene en un sinvivir y, sobre todo, en un sincomer.

Por cierto, ¿qué gana un escritor en cada libro? Pues el escritor se lleva el 10%; es decir que para fumar un paquete de tabaco tendría que vender cuatro libros o fumarme las páginas. Bueno, está el contrabando... que todo se andará. Realmente vivimos de impartir talleres, charlas. En mi caso imparto un taller de ‘Introducción a la Poesía’ y otro de ‘Cómo se escribe un cuento infantil’, para chavales de 9 a 12 años. También conferencias sobre Periodismo, pero los talleres para críos me encantan porque los chavales tienen mucha imaginación pero no se les potencia y es una pena.

Hablando de España, ¿cómo ve la situación actual? Nunca me imaginé que España llegara a tal nivel de corrupción. Desde que tengo uso de razón, cuando se hablaba de corrupción en Europa el ejemplo era Italia y nos reíamos; lo que está ocurriendo en España es mucho peor. Me da pena porque amo a mí país, los españoles somos gente increíble, trabajadora, imaginativa, buenas personas, pero hay una clase dirigente de todos los partidos que hay que echarla fuera e incluso juzgarla porque han saqueado el país.

¿Dicen que envidiosos? Esto de ser español es complejo, sabe; últimamente más que un país, España parece un campamento, como que el personal está de paso para irse a no sé dónde, que si la independencia, que si más autonomía... yo sinceramente creo que alguien nos está drogando. ¿La envidia? Yo soy español y no soy envidioso; todo lo contrario, mi felicidad siempre está unida a que quienes me rodeen estén felices y que todo les vaya lo mejor posible. No es mi defecto esto de la envidia y no creo que el español sea envidioso. ¿Y cuál es su defecto? Pues tampoco diría yo que es un defecto, pero sin una siesta... yo no valgo para nada, con ella tampoco crea que mucho, pero sin ella... un desastre. Después quizás que vivo mucho en mi mundo desarrollando y haciendo realidad proyectos, escribiendo... es que imaginar cosas y luego hacerlas realidad es apasionante.

Cambio de tema, para que le conozcamos un poco más, ¿qué valora en la persona? Pues yo con una persona simpática, educada y honesta me voy con ella a cualquier parte del mundo, tienes casi todo ganado. Después me interesan los niños, por su espontaneidad, porque dicen lo que piensan, y los mayores por su sabiduría y experiencia. Los del medio... no tanto, menos usted, claro, que es mi director.

¿Y lo que más detesta? La mentira. Es que cuando uno te miente dudas, piensas y eso de pensar es fatal.

Guisande prepara la exposición En tu Línea. Guisande, en el momento de ultimar los detalles de la exposición 'En tu Línea'.

 

¿Es malo pensar entonces? Malísimo, pero que muy malo. Hay que pensar lo justo, en tres o cuatro cosas.

¿Y cómo se definiría? Creo que soy buena persona porque hacer el mal debe ser un curre...

¿Algún lema que siga? Sí, siempre me digo: “Todo lo que no se intenta es imposible” y a partir de ahí para mí todo es posible.

¿Y qué proyectos tiene ahora? Pues en julio publicaré mi octavo libro, ‘Relatos de absurdo contenido’, que tiene un toque surrealista; luego para el 2016 ‘Tonterías escritas en momentos de estupidez’, y ahora estoy con esta exposición que, por cierto, me encantaría mostrar en Dubai y espero que con una pequeña ayuda... pues un día haga realidad ese sueño.

Dicen que los sueños se cumplen... Estoy seguro que sí, además, como si fuera un kit, podría dar una conferencia y un taller sobre cómo escribir cuentos infantiles... barrer, fregar, pipas caramelos...vamos, lo que se tercie. Soy gallego, que le voy a contar, estamos hechos a todo.

¿Algún sueño más? Pues hay muchos, pero sí me gustaría pedir un deseo.

¿Cuál? ¿Me puede preguntar de nuevo dónde me gustaría exponer?

Sí, claro: ¿dónde le gustaría exponer? Gracias, en Dubai. Es que la gente es muy despistada sabe, lee una entrevista se toma unas cañas y se olvida, así repitiéndolo dos veces que quiero exponer en Dubai, pues igual hay un benefactor y me echa una mano.

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Nota de Redacción: Para más información sobre Manuel Guisande ver enlace de la wikipedia.

El escritor y periodista Manuel Guisande pone ‘en su línea’ a Dubai
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