viernes. 29.03.2024

Una mujer etíope cuya aterradora odisea de secuestro y violación a manos de su aspirante a marido inspiraron Difret la nueva película de Angelina Jolie. La actriz tiene la esperanza de que este filme ayudará a poner fin a la tradición del secuestro de la niña novia en Etiopía.

'Difret', que fue proyectada en los cines de Estados Unidos este mes de octubre, cuenta la historia de Aberash Bekele que fue juzgada en su país por el asesinato, cuando contaba 14 años, a tiros de su secuestrador en un caso que conmocionó a Etiopía.

Bekele, que pasó muchos años en el exilio después del juicio, asegura que al contar su historia se inspiró en Malala, la gran defensora de los derechos de las niñas y premiada con un Nobel.

La actriz y activista de los derechos humanos, Angelina Jolie, productora ejecutiva de la película, manifestó que la proyección "muestra cómo el coraje de valientes individuos puede despertar la conciencia de una sociedad".

La película cuenta la historia de Bekele, que fue secuestrada por hombres de a caballo, mientras caminaba a su casa de la escuela en el sur de Etiopía en 1996. La llevaron a una choza donde fue violada por un campesino mucho más viejo, en un intento de obligarla a contraer matrimonio con él- una práctica conocida como telefa en Etiopía.

"Yo sabía que tenía que luchar y escapar a la primera oportunidad que tuviera", manifestó Bekele a la Fundación Thomson Reuters en una entrevista por correo electrónico. Y tuvo su oportunidad cuando su secuestrador dejó su arma apoyada en la pared y la puerta abierta.

"Mi padre me había enseñado a disparar un arma de fuego, por lo que la cogí y salí corriendo, cuando el violador y sus amigos me persiguieron, le disparé. Fue la más terrible experiencia de toda mi vida, pero yo soy una de las afortunadas", añadió Bakele, que fue arrestada y encarcelada.

Su caso atrajo la atención de la abogada etíope Meaza Ashenafi, que había fundado recientemente la Asociación Etíope de Abogadas. Durante dos años se estudiaron las pruebas que tuvieron como conclusión las primeras discusiones abiertas sobre telefa y, finalmente, condujo a un cambio en la ley. En el pasado, si un hombre secuestraba y violaba a una niña quedaba libre de los cargos criminales si aceptaba casarse con ella. Hoy, un hombre que secuestra a un menor de edad se enfrenta hasta 15 años de prisión.

Aunque Bekele fue absuelta por motivos de defensa propia, no pudo volver a casa porque los ancianos del pueblo decretaron que debía ser exiliada.

Pasó entonces varios años en un orfanato en Addis Abeba antes de trasladarse a Dubai a trabajar como empleada doméstica. El director etíope de la película, Zeresenay Berhane Mehari, dice que trató de ponerse en contacto con Bekele muchas veces al hacer la película, pero fue en vano, el personaje principal lleva el nombre Hirut.

"En el pasado, optaba por una vida anónima, pero ahora, con la película he decidido afrontar un papel más público y dar a conocer el problema. Me he inspirado en Malala", agregó Bekele.

A principios de este año se solicitó al gobierno de Estados Unidos que imponga una estrategia integral para terminar con el matrimonio infantil y dirigir su ayuda exterior a los programas en los países donde aún es prevalente.

En Etiopía, el 41 por ciento de las niñas se casan menores de edad y el 16 por ciento de ellas antes de cumplir los 15 años. Recuerda a su propia hermana mayor, una atleta etíope de maratón, cuyos sueños fueron truncados cuando fue secuestrada a los 16 años. A pesar del cambio en la ley, los secuestros de niñas- novias siguen siendo una práctica corriente. En algunas zonas del sur del país, una de cada seis niñas es secuestrada para el matrimonio y una de cada 20 en las áreas del norte, según datos del gobierno.

"El título de la película tiene un doble significado en el lenguaje amárico de Etiopía; por lo general significa atreverse, pero también puede referirse a la violación", aseguró el director del filme.

La película Difret, que ganó los premios del público en los festivales de cine de Sundance y Berlín el año pasado, ya se proyectado en Etiopía. Bekele dice que el filme fue muy bien recibido y se agotaron las entradas durante seis semanas, pero no se ha difundido en las zonas rurales todavía.

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