sábado. 20.04.2024

Dificultad:
media


Bueno, a ver si nos vamos acordando. En primer lugar metí en la picadora un poco de sal, pimienta en grano, culantro (o cilantro como lo llamáis los que no sois de Huelva) también en grano y anís. El anís, también en grano, no me seáis catetos y vayais a ponerle una copita de Marie Brizard. De anís, muy poco, menos que de culantro y pimienta, y por supuesto menos que de cominos, que también le puse. A ver, a ver... Ah y un poco de jengibre rallado, cúrcuma por lo del color, pimentón dulce, tres o cuatro, que no me acuerdo bien, pimientas de cayena, orégano... Espérate un momento que me voy a la cocina y me pongo a ver los botes y me acuerdo de algo más... Ya estoy aquí, sí, que le puse también un poco de canela, un clavo sólo y nuez moscada. Quede claro que esto es lo que yo piqué primero y majé después en el almirez, pero que cada cual podrá poner lo que quiera, por ejemplo cardamomo y alcaravea deben de ir muy bien, pero como yo no tenía, pues no lo puse.

En fin, que como tampoco tenía cordero, que habría sido lo propio, pues saqué del frigorífico unas pechugas de pollo que había comprado para otra cosa, las troceé y las embadurné con esta mezcla de especias. Por cierto, ya hemos cenado y hace media hora que me comí el postre, las manos me las lavé siete veces, y después de cenar otras cuantas más, pues bien, todavía me huelen a pinchito, con lo cual os quiero decir que cuidadito, sobre todo si después de macerar el pollo tenéis una cita con una chavala, o con un chaval, depende.

Bueno, termino, que me enrollo y no termino nunca. Que quería deciros también que le puse un poco de aceite al pollo por dos razones fundamentales, una para que las especias se adhirieran bien, y otra más fundamental aún, para que no me quedara después más seco que el ojo de Maillo. Luego a las brasas, con un poquito de sal por encima si le pusimos poco o entendemos que le pusimos poco, que es como queda mejor y como lo hacen en las Colombinas, que todo viene por lo mismo. Como se puede observar en la fotografía superior, utilicé un plato de esos grandísimos para poner una ensalada simplísima de lechuga aliñada con sal y limón solamente, y sobre ella los pinchos, con cada brocheta de su padre y de su madre, pero no por cuestiones artísticas, sino porque es lo que tengo, que cada vez que preparo algo de esto para una barbacoa en casa de alguien, pues allí que se quedan las brochetas, y estoy que no gano para alambritos.

Bueno, qué más os iba a decir... Ah, nada, que hagáis cada uno vuestra mezcla, vuestro Ras el hanout y que os salga como a mí me salieron los pinchitos morunos, la verdad sea dicha de paso, la mar de ricos.

Pinchos morunos