jueves. 28.03.2024

Donald Trump insistió este lunes, en el estado de Nueva Hampshire, en la pena de muerte para traficantes de drogas como solución para la crisis de sobredosis de opioides que azota a Estados Unidos. En un mensaje ofrecido en esta ciudad, el mandatario planteó la pena capital para los narcotraficantes, aunque no ofreció detalles sobre su propuesta, en cuanto a qué tipo de estupefacientes serían el foco de su plan ni tampoco qué cantidades merecerían este castigo. El anuncio ocurrió pese a que grupos de la sociedad civil han alertado que este tipo de castigo incide mínimamente en la reducción del consumo de estupefacientes.

Un día antes, Andrew Bremberg, director de políticas nacionales del Gobierno, dijo a reporteros que Trump le pedirá al Congreso que apruebe leyes para imponer una pena mínima de cárcel a quienes trafiquen ciertas drogas a sabiendas.

El magnate suscitó una lluvia de críticas el año pasado cuando la prensa publicó la transcripción de una conversación que tuvo con el presidente de México, en que denigró a Nueva Hampshire como "una guarida infestada de drogas"; dicha transcripción la publicó The Washington Post.

El plan también incluye puntos sobre campañas educativas y de concientización, y mejorar el acceso a programas de tratamiento y recuperación. En las últimas semanas, Trump públicamente se ha manifestado a favor de aplicar la pena máxima a narcotraficantes. En Pensilvania en un mitin de campaña hace pocos días, señaló que en Singapur hay menos drogadictos porque las leyes contra las drogas allí son más duras.

Argumentó que cualquiera en Estados Unidos puede ser condenado a cadena perpetua o a la muerte por matar a tiros a una persona, pero que un traficante cuyas drogas matan a miles, pasa muy poco tiempo o ninguno en la cárcel. La única manera de resolver el problema de las drogas es siendo duro", comentó Trump en ese evento en Moon Township.

También en una conferencia en la Casa Blanca sobre los opiáceos, dijo que hay países que tienen penas muy duras contra las drogas, incluso la pena máxima. Y, dicho sea de paso, tienen muchos menos problemas con drogas que nosotros así que vamos a tener que imponer penas mucho más duras", expresó.

Según un informe de la ONG Harm Reduction International, Estados Unidos forma parte de la treintena de países en el mundo donde la ley establece la pena de muerte para ciertos delitos relacionados con el tráfico de drogas. Pero sólo siete de ellos, incluidos China, Irán, Arabia Saudita, Singapur e Indonesia, recurren a esta con frecuencia.

En 2016, EEUU registró unas 64.000 muertes por sobredosis, la mayoría de ellas relacionadas con opiáceos. Esta categoría de estupefacientes incluye a los analgésicos bajo prescripción médica como el oxycontin y el fentanilo, así como la heroína, a menudo mezclada con sustancias sintéticas.

Insiste Trump en la pena de muerte para los narcotraficantes
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