viernes. 29.03.2024

Son numerosas las palabras en inglés que los castellanohablantes están incorporando a su vocabulario diario a un ritmo vertiginoso. Algunas de ellas irritan especialmente a los académicos de la lengua pues tienen un claro equivalente en español que hace inncesario su uso. Darío Villanueva, director de la Real Academia Española (RAE), recopila siete de estos extranjerismos en un reportaje publicado por el diario ABC.

Villanueva admite que los préstamos lingüísticos son un asunto que preocupa a la institución desde sus orígenes. En el momento de su fundación, a principios del siglo XVIII, el francés era la lengua que presionaba al español. Ahora es el inglés la que claramente se impone.

La lista de Villanueva se abre con una expresión save the date. Según «A mí se me abren las carnes cuando recibo una invitación, a veces de un organismo oficial, y comienza diciendo "save the date" en vez de decir apunte en su agenda», dice el académico, apuntando que también ocurre lo mismo con dress code (vestir de etiqueta, código de vestimenta).

El segundo puesto se lo lleva el más que generalizo online. «Yo jamás digo que algo está "online", porque eso se dice "en línea". La traducción no tiene problemas ahí», considera Villanueva.

«El colmo de los anglicismos innecesarios está en una palabra en la que yo siempre insisto: tablet. Nunca sabemos si es masculino o femenino. La palabra española, que viene de la misma raíz que la inglesa, es tableta. Y está en el diccionario. Ya le hemos añadido la acepción. Sabemos perfectamente que es femenino. Y el plural es muy sencillo: tabletas. Si dices "tablet", ¿el plural como es? ¿Tablets? Tienes que hacer un juego fónico que no es propio del español: un grupo final de dos consonantes. No tiene ni pies ni cabeza», sostiene el director de la RAE.

El cuarto puesto de la lista lo ocupa influencer. «Es una verdadera cursilería de tomo y lomo. Estamos hablando de una persona influyente. Además, en este caso, la palabra viene del latín: el "influencer" inglés viene de la misma raíz latina de donde viene influyente», explica el académico.

La lista la cierran followers, like y link. «En vez de seguidores decimos "followers", en vez de enlace, "link", en vez de me gusta, "like". Este tipo de cosas son verdaderamente increíbles», concluye Villanueva.

Siete anglicismos que irritan a los académicos de la lengua española
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