viernes. 19.04.2024

La capital de Arabia Saudita acoge entre el 10 y el 11 de noviembre la IV Cuarta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA). Todo está listo ya para la celebración del cónclave y a la espera de que comiencen a llegar los representantes gubernamentales que acudirán en representación de los distintos países.

En este sentido, se encuentra ya asegurado que el presidente del Consejo de Ministros de Perú, Pedro Cateriano, representará a su país en la Cumbre de Riad. Anteriormente habían confirmado su asistencia el presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Ecuador, Rafael Correa.

En mayo de 2005 se llevó a cabo la primera Cumbre América del Sur – Países Árabes con el objetivo de avanzar en las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales para el establecimiento de un mundo multipolar. La ASPA está compuesta por los 11 estados miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y los 22 de la Liga Árabe.

En el aspecto económico la Cumbre tiene como prioridad la cooperación entre las capacidades de los países miembros, asumiendo los potencialidades que disponen ambas regiones, además de profundizar en la cooperación a través de un mayor intercambio comercial, turístico, inversión. En lo cultural se fomenta la divulgación del patrimonio árabe en los países suramericanos y viceversa, abriendo nuevas vías de comunicación, según informa telesurtv.net.

20 MILLONES DE ÁRABES EN AMÉRICA LATINA

“Hace 10 años hubiera imposible pensar en una reunión como ésta entre árabes y América Latina o Sudamérica”, dijo el desaparecido comandante Hugo Chávez en la reunión del ASPA de 2009.

Hay más de 20 millones de árabes y descendientes en América Latina, la mayoría en Suramérica. Sólamente en Brasil hay cerca de 10 millones, de los cuales el 80 por ciento son libaneses.

Argentina tiene unos 3,5 millones de habitantes de origen sirio y libanés y Chile tiene la mayor comunidad de palestinos fuera de Medio Oriente, la mayor cristianos emigrados de Beit Jala y Belén.

Las cumbres ASPA reconocen las afinidades históricas entre ambas regiones, que se remontan “hasta la presencia árabe en la Península Ibérica y la conformación de las culturas que dieron forma a América Latina“ y valora el importante papel que han tenido las migraciones provenientes de países árabes –especialmente de Siria y Líbano–, en la configuración de las naciones latinoamericanas a partir de fines del siglo XIX.

GRAN AUMENTO DE LAS EXPORTACIONES

En la III Cumbre ASPA, celebrada en Lima, capital de Perú en octubre de 2012, los asistentes acordaron consolidar la integración interregional y el comercio bilateral, que se ha multiplicado en los últimos 10 años.

En Argentina, por ejemplo, en apenas tres años las exportaciones de ese país a la región árabe saltaron de 1.800 millones de dólares a 4.500 millones, de acuerdo con los datos aportados por el secretario general de la Cámara de Comercio Argentino-Árabe, Sattam Al Kaddour.

Los países que forman parte del ASPA cuentan con más de 750 millones de habitantes y tienen las más grandes reservas de petróleo (Venezuela) y el mayor productor de crudo (Arabia Saudita).

En la declaración de Lima, los países árabes acogieron con beneplácito la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la entrada en vigor del tratado constitutivo de la Unasur de marzo de 2011, así como fomentar la integración de los pueblos de ambas regiones y priorizar el diálogo político y comercial.

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