Arabia Saudita ha negado que esté cerrando el paso a los iraníes para la peregrinación del Hach de este año a La Meca, después de que Teherán haya acusado a Riad de sabotear los acuerdos.
El reino "da la bienvenida a los peregrinos de todo el mundo y de todas las nacionalidades y impide venir a ningún musulmán" ha garantizado el Ministerio de Hach en un comunicado difundido por el diario Al Riyadh, que publica The National.
En cualquier caso, aclara el comunicado, las visitas deben llevarse a cabo "dentro del sistema y las pautas que organizan los asuntos del Hach".
El pasado jueves Irán anunció que no enviaría a peregrinos a La Meca este año, después de que los dos países rompieran relaciones diplomáticas este año.
Ante este anuncio, el Ministerio Hach ha dicho que Arabia Saudita "no ha prohibido que los peregrinos iraníes entren. La prohibición se produce por parte del gobierno iraní, que utiliza esto como uno de sus muchos medios para presionar al gobierno de Arabia Saudita".
La delegación iraní "se negó a firmar el acuerdo para ultimar los preparativos para Hach de este año ... insistiendo en sus demandas", agregó el ministerio en su comunicado.
Una delegación de Teherán mantuvo el mes pasado cuatro días de conversaciones con Arabia Saudita dirigidas a alcanzar un acuerdo para la peregrinación de los iraníes a La Meca el próximo mes de septiembre, con motivo del rito Hach, uno de los pilares básicos del Islam. Fue el primer diálogo entre los dos países desde que las relaciones diplomáticas se rompieron en enero. Sin embargo, las conversaciones quedaron en un punto muerto.
"No se alcanzó el acuerdo y ahora es demasiado tarde", dijo el ministro iraní de Cultura y Guía Islámica, Alí Janatí. "Hicimos todo lo posible, pero fueron los saudíes los que lo sabotearon (los diálogos)", añadió el ministro en declaraciones recogidas por la agencia oficial iraní IRNA.
Según publica el diario Khaleej Times y denunciaron las autoridades iraníes, Arabia Saudita se negó en redondo a pactar con ellos algún tipo de arreglo para el procesamiento de las visas para los peregrinos, los permisos para el transporte aéreo y cuestiones sobre la seguridad de los viajeros.
Entre otros asuntos, el cierre el pasado mes de enero de la embajada saudí en Teherán tras ser asaltada por un grupo de manifestantes, llevó a las autoridades árabes a exigir que los peregrinos iraníes soliciten sus visas en un tercer país.
Además, también exigieron que los iraníes viajaran en compañías aéreas de terceros países rumbo a La Meca.
Las cuestiones sobre la seguridad de los iraníes en Arabia Saudí tampoco fueron atendidas, un asunto que levanta especial resquemor en Irán después de que 464 de sus compatriotas murieran el año pasado en la estampida que se produjo en La Meca durante el ritual del Hach y que causó la muerte de más de 1.000 personas.
