jueves. 25.04.2024

Autoridades militares de Arabia Saudita confirmaron este sábado la muerte de dos pilotos supuestamente al estrellarse un helicóptero en la región de Jazan, fronteriza con Yemen, mientras fuentes rebeldes de aquel país reivindicaron su derribo.

El mando central de la coalición de países árabes e islámicos encabezada por el reino wahabita indicó que el mayor Alí bin Mohammed Al-Qarni y el capitán Nasser bin Mohammed Al Harthy habían fallecido, pero este sábado ofreció más detalles de las circunstancias del fatal desenlace.

De acuerdo con un comunicado divulgado por la agencia oficial de noticias SPA, los dos pilotos perecieron "tras precipitarse a tierra un helicóptero Apache mientras cumplían su deber de proteger las fronteras de la patria contra los atacantes rebeldes sobre el sector sureño limítrofe de Jazan".

En la misma zona suroeste de Arabia Saudita impactaron este viernes proyectiles de grueso calibre disparados desde territorio yemenita por la artillería del sector del Ejército aliado al movimiento insurgente chiita Ansar Allah.

Una investigación está aún en marcha para desvelar las causas del accidente, apuntó por su lado la nota del Comando de las Fuerzas Conjuntas, que lleva a cabo la campaña de bombardeos por tierra, aire y mar como parte de la denominada operación Restauración de la Esperanza.

Este viernes, una fuente de Ansar Allah citada por el canal satelital panárabe Al-Mayadeen aseguró que dentro de las acciones bélicas el ejército yemenita logró bombardear también una base marítima saudita en Jizan, en la región meridional limítrofe, con un moderno cohete balístico Totchka.

Desde el inicio de la agresión a Yemen, el 26 de marzo pasado, para restituir en el poder al presidente Abdo Rabbo Mansour Hadi, ahora exiliado en Riad, el mando castrense saudita reportó más de 25 decesos de efectivos de la coalición, básicamente de este país y de Emiratos Árabes Unidos.

La cifra de víctimas fatales yemenitas ha sido muy superior, y sólo el viernes un bombardeo aéreo a la ciudad de Taiz causó la muerte de 65 personas, incluidos niños y mujeres, según fuentes internacionales que estiman en unos cuatro mil el total de muertos, más de la mitad civiles.

Los sublevados yemenitas, apoyados por fuerzas del Ejército leales al expresidente Alí Abdulah Saleh, alegan combatir contra la corrupción y la marginación de la minoría chiita del gobierno de Hadi, con base en la región norte del país.

Por su lado, Arabia Saudita justifica sus ataques con la defensa de la legitimidad constitucional para reinstalar en el cargo al presidente derrocado por los rebeldes que -según Riad- reciben armas y otros apoyos de Irán, imputaciones que Teherán y los alzados niegan.

Arabia Saudita investiga la muerte de dos pilotos en frontera con Yemen
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