El nuevo enviado de las Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, ha mantenido sus primeras conversaciones con altos funcionarios de la administración Trump en Washington, donde su nombramiento en el cargo ha generado esperanzas de llevar a cabo un proceso político para poner fin a la guerra del país.
Griffiths realizó consultas en la Casa Blanca y también a funcionarios del Departamento de Estado que administran el archivo de Yemen, entre los que figura el secretario de Estado en funciones, John Sullivan, según revela el diario The National.
El viaje de Griffiths a Washington siguió a una reunión informativa ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en la que el enviado subrayó la necesidad de "disminuir las posibilidades de actos que cambien el juego" como lanzamientos de misiles y enfrentamientos que podrían descarrilar "las esperanzas de la gran mayoría de yemeníes en torno a un acuerdo político".
