Decenas de combatientes han muerto en duros enfrentamientos horas antes de la fecha fijada para el inicio de un alto el fuego mediado por la ONU que, en medio de una creciente presión internacional, pretende poner fin a un conflicto que se ha prolongado durante más de dos años.
El enviado especial de la ONU en Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, anunció la vigencia de la tregua desde las 12.59 a.m. (hora de EAU) de este jueves, 20 de octubre. El alto al fuego se mantendrá durante tres días aunque está sujeto a renovación.
A pesar del inminente cese temporal de las hostilidades, decenas de combatientes perdieron la vida el pasado miércoles en áreas de todo el país, incluyendo cerca de la frontera con Arabia Saudita y alrededor de la capital, Saná. Al menos 30 rebeldes hutíes y cinco combatientes progubernamentales murieron durante los bombardeos de artillera pesada cerca del Mar Rojo, en la provincia de Hajja, según informa un comunicado leal, que recoge The National.
Esta tregua será el sexto intento de poner fin al derramamiento de sangre desde que una coalición árabe liderada por Arabia intervino en marzo del año pasado para apoyar al gobierno del presidente Abdrabu Mansur Hadi después de que los rebeldes invadieran gran parte de Yemen.
El Gobierno del presidente Hadi ha asegurado que estaría de acuerdo con la tregua si los rebeldes también se adhirieren a ella. Por su parte, los rebeldes expresaron el martes su disposición para un "alto el fuego permanente, general y sin condiciones".
Fuentes militares dijeron que las posiciones rebeldes en la provincia norteña de Saada fueron golpeadas por los ataques de la coalición el miércoles. Al menos tres ataques también alcanzaron un convoy de refuerzos rebeldes en la provincia de Omran, al norte de Saná.
A pesar de la violencia, Mustafá Alani, un asesor del Centro de Investigación del Golfo, dijo que las perspectivas de paz están creciendo.
"El costo del conflicto -humano, financiero- es muy alto", dijo. "Ambas partes creen que no pueden ganar, no pueden arreglarlo por medios militares".
Casi 6.900 personas, en su mayoría civiles, han muerto y otros tres millones están desplazadas mientras millones más necesitan ayuda alimentaria.
Con los suministros interrumpidos en gran medida, las personas están almacenando agua y los bienes no perecederos que pueden encontrar.
El último intento de alto el fuego se inició en abril junto con una ronda de conversaciones de paz promovidas por la ONU en Kuwait que no llegaron a buen puerto ya que ambas partes se acusaron mutuamente de violar la tregua.
Después de que las conversaciones de paz se derrumbasen en agosto la lucha se intensificó hasta que un ataque aéreo de la coalición el de octubre de 8 mató a más de 140 personas e hirió a 525 en un funeral en Saná.
Los EE.UU. anunciaron una revisión de su servicio de inteligencia y dijo que un avión de la coalición "mal dirigido" atacó en el funeral guiado por una información incorrecta.
El pasado 13 de octubre, la marina de Estados Unidos atacó con misiles áreas de radar dirigidas por los rebeldes hutíes en respuesta a los cohetes lanzados contra sus buqes y en lo que supone su primer ataque directo en el conflicto.
