Las relaciones entre Arabia Saudí y el Reino Unido podrían empeorar a causa de la politización por parte de Londres, advirtió el embajador saudí en el país europeo, el príncipe Mohammed bin Nawaf bin Abdulaziz, en una información que recoge el portal Arabian Business.
Anteriormente, el portavoz del primer ministro británico anunció que el Reino Unido no prevé patrocinar las reformas del sistema penal en Arabia Saudí.
Esta declaración llega después de que los medios informaran que Arabia va a ejecutar la sentencia contra un británico de 74 años, condenado a 12 meses de cárcel y a 350 latigazos por llevar en el maletero de su coche vino casero.
Por su parte, el líder laborista, Jeremy Corbyn, declaró que apoyó la decisión del primer ministro, David Cameron, de rechazar la petición del Riad de firmar un contrato por seis millones de libras para reformar su sistema penal.
"Mi país frecuentemente tiene que lidiar con incomprensión y perjuicios, pero si nuestro pueblo respeta tradiciones, costumbres, leyes y religión del Reino Unido, podemos contar con el mismo respeto por su parte", declaró el embajador saudí al diario The Daily Telegraph. Asimismo, el príncipe calificó la declaración de Corbyn como una violación del respeto mutuo.
El embajador saudí reaccionó ante las críticas por parte del Reino Unido sobre el cumplimiento de los derechos humanos en su país, y amenazó con "repercusiones potencialmente graves" para la relación entre los dos países a menos que se lleve a cabo un discurso más respetuoso.
Arabia Saudí es una monarquía absoluta que se ha enfrentado a fuertes críticas por parte de los grupos de derechos humanos y de los gobiernos occidentales por sus leyes restrictivas sobre la expresión política y religiosa y la situación de las mujeres saudíes.
"Durante las últimas semanas, ha habido un cambio alarmante en la forma en que Arabia Saudita discute en Gran Bretaña," escribió el embajador en un artículo publicado este lunes por el diario inglés.
"Debería ser preocupante para todos aquellos que no quieren ver las repercusiones potencialmente graves que podrían dañar la asociación estratégica de beneficio mutuo que nuestros países han disfrutado durante tanto tiempo", escribió.
El príncipe Mohammed aseguró que su país era uno de los aliados militares más cercanos de Gran Bretaña en el Medio Oriente y una valiosa fuente de información de inteligencia sobre las actividades de los grupos terroristas. También añadió que los contratos comerciales entre los dos países proporcionan a más de 50.000 familias británicas su medio de vida y que los comentarios de Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista de la oposición en Gran Bretaña y crítico con Arabia Saudita y su política con los derechos humanos, son un ejemplo de que "el respeto mutuo se está incumpliendo".
Corbyn aprovechó su intervención en la conferencia anual del Partido Laborista en septiembre para criticar a Riyadh sobre el caso de Ali Al Nimr, que ha sido condenado a muerte por crucifixión y decapitación tras participar en protestas contra el gobierno cuando tenía 17 años.
Corbyn solicitó al primer ministro inglés, David Cameron, que presionase a las autoridades saudíes sobre la condena a Nimr. El 4 de octubre, Cameron instó públicamente a Arabia Saudita a no seguir adelante con la ejecución de Nimr.
