jueves. 28.03.2024

Las autoridades iraníes ha llevado a cabo este jueves la ejecución del joven Alireza Tajiki, condenado a muerte cuando aún era un niño. El joven fue detenido en mayo de 2012, a la edad de 15 años, y fue condenado a la pena capital en abril de 2013, después de que un tribunal de la provincia de Fars, en el sur de Irán, le declarara culpable de asesinato y de "relaciones sexuales forzadas entre hombres".

Amnistía Internacional considera que su juicio fue "flagrantemente injusto" y se basó principalmente en "confesiones" que, según el condenado, le fueron extraídas mediante tortura. Tajiki aseguró que recibió "brutales palizas, azotes y suspensión por los brazos y los pies".

La organización indica que las autoridades de Teherán han incumplido sus "obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional" y "han demostrado cruelmente su total desprecio por los derechos de la infancia".

En Irán, la mayoría de edad para votar se concede a los 15 años, y en el caso de la justicia, se considera adultos a los niños a partir de los 15 y a las niñas desde los nueve. Esto a pesar de que la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, ratificada por el país islámico, estipula que no se puede condenar a muerte a menores de 18 años. Amnistía Internacional ha identificado que actualmente hay 89 personas en el corredor de la muerte a pesar de haber delinquido antes de esa edad.

"Este vergonzoso acto marca un punto de inflexión crucial para Irán y pone de manifiesto la falsedad de las afirmaciones de las autoridades cuando aseguran contar con un auténtico sistema de justicia de menores", señaló en un comunicado la directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Magdalena Mughrabi.

Tajiki, que en el momento de su muerte tenía 21 años, es la cuarta persona ejecutada este año en la República Islámica que era menor de edad cuando cometió el delito, según Amnistía Internacional. "Su ejecución, llevada a cabo pese a sus denuncias de que lo habían torturado para obligarlo a ‘confesar’, consolida un espantoso patrón con el que Irán ha enviado reiteradamente al patíbulo, a menudo tras juicios flagrantemente injustos, a personas que fueron detenidas cuando eran niñas", ha afirmado Mughrabi.

“Esta ejecución constituye una violación flagrante de las obligaciones contraídas por Irán en virtud de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, que ratificó hace dos decenios", ha apuntado la activista. "Al ejecutar a Alireza Tajiki, las autoridades iraníes han demostrado su atroz disposición a continuar con esta abominable práctica, y han demostrado que ni siquiera tienen intención de aplicar tibias reformas para salvar la vida de las personas que fueron condenadas cuando eran niñas", recalca la directora adjunta de AI para Oriente Medio.

La organización humanitaria subraya que Irán es uno de los pocos Estados que todavía ejecutan a personas por delitos cometidos cuando eran menores de edad y censura que las reformas introducidas en el Código Penal del país en 2013 no han erradicado esa práctica. Esos cambios se introdujeron para "evitar las críticas a su terrible historial de ejecuciones de personas menores en el momento del delito", pero "pese a ello han seguido imponiendo la pena capital a decenas" de menores.

Las leyes actuales de la República Islámica otorgan a los jueces poderes discrecionales para sustituir la pena de muerte por un castigo alternativo si determinan que la persona no había alcanzado la madurez mental en el momento del delito.

Irán ejecuta a un joven que fue detenido con 15 años
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