Cientos de omaníes han salido a la calle este jueves en la primera protesta pública celebrada en el país desde 2011, pidiendo al Gobierno que imponga un límite a los precios del combustible.
El costo de la gasolina se ha incrementado en casi un 75 por ciento desde que el gobierno desechó su política de precio fijo en enero del año pasado, y ha pasado de 120 baizas (Dh1.14) por litro a 196 baizas en febrero, ya que los precios se ajustan mensualmente sobre la base de los precios internacionales del crudo.
Las protestas que se celebraron en 2011 estaban en contra de la corrupción, pero esta vez los ciudadanos quieren expresar sus preocupaciones sobre cómo llegar a fin de mes.
"Los altos precios de la gasolina se están comiendo nuestros salarios. Los precios del petróleo suben cada mes. El gobierno debe tener en cuenta nuestra situación. No todos pueden permitirse tales incertidumbres. La electricidad y las facturas de agua también han subido y estamos recibiendo la misma paga mensual", dijo uno de los manifestantes, el funcionario Khalifa Al Humaid, al periódico The National.
Al Humaid fue una de las casi 500 personas que se manifestaron frente al Ministerio de Petróleo y Gas, algunos de ellos con pancartas que decían: "El gobierno tiene que subir nuestros salarios" y "200 baizas es demasiado".
El gabinete decidió eliminar subsidios a la energía, el 15 de enero del año pasado, en un intento de compensar el creciente déficit de presupuesto después de que los precios del crudo hubieran caído hasta un mínimo de 27 dólares el barril.
Fareed Al Hubaisi, un ingeniero eléctrico que estaba en la protesta, instó al gobierno a poner un límite a los precios del petróleo y detener la incertidumbre de los precios.
"Entendemos que el gobierno no puede desechar los subsidios a la energía debido a la situación económica, pero tiene que mantener los precios de la gasolina constante a un nivel razonable, así que sabemos exactamente cómo hacer un presupuesto nuestro gasto interno", aseguró el manifestante.
