Qatar ha contratado una firma con sede en Washington fundada por el ex jefe de campaña del presidente Donald Trump y otra firma especializada en sacar al sol los trapos sucios de políticos estadounidenses. Es una señal de que quiere responder a la imagen de Arabia Saudita en la capital estadounidense en medio de la disputa diplomática con sus vecinos árabes.
El enfrentamiento mediático relacionado con la crisis del Golfo Arábigo se refleja incluso en la publicidad de los taxis en Londres, los anuncios en la televisión estadounidense y los mensajes que inundan internet y la prensa estatal de ambos bandos desde el inicio de la crisis el 5 de junio.
La contratación de una firma asociada con Corey Lewandowski, un ex colaborador de Trump, demuestra que Qatar busca el acceso a una Casa Blanca estrechamente vinculada con Arabia Saudita. Lewandowski renunció a la firma en mayo.
Pero colocarse a la altura de Arabia Saudita, que logró un triunfo diplomático con ser anfitriona del primer viaje de Trump al exterior, se presenta como una batalla ardua para Qatar, aunque presuma de tener el mayor ingreso per cápita del mundo debido a sus yacimientos de gas natural.
"Los Qataríes se están poniendo tardíamente a la altura del reto", dijo Kristian Coates Ulrichsen, investigadora de políticas públicas. "Toda esta crisis, ahora que de alguna manera se ha asentado como una suerte de enfrentamiento prolongado o impasse, se ha convertido casi en una lucha para ganar partidarios" en Washington.
Según informa el diario The National, ambas partes del conflicto han tratado de obtener el apoyo internacional desde hace dos meses en reuniones con políticos y en las calles de ciudades en el extranjero.
Qatar, que está construyendo estadios para la Copa del Mundo de futbol 2022, no teme gastar su dinero. Desde el inicio de la crisis, pagó 2,5 millones de dólares a la firma de abogados del ex secretario de Justicia John Ashcroft para que audite sus esfuerzos para dejar de financiar el terrorismo, una de las acusaciones del cuarteto de países árabes liderado por los saudíes.
Según documentos presentados al Departamento de Justicia estadounidense, Qatar paga 150.000 dólares mensuales a Avenue Strategies Global para "brindar investigaciones, relaciones gubernamentales y servicios de consultoría estratégica". El contrato dice que esto "puede incluir comunicaciones con miembros del Congreso y personal del legislativo, funcionarios del ejecutivo, la prensa y otros individuos".
