El líder de la oposición de Qatar, el jeque Saud bin Nasser Al Thani, anunció que se dirigía a Doha este viernes para actuar como mediador en la crisis creciente entre Qatar y sus vecinos. El jeque Saud declaró que fue invitado por el jeque Joaan bin Hamad bin Jalifa Al Thani, hermano del emir de Qatar.
El jeque Saud, que es un miembro de la familia gobernante de Qatar, explicó al diario en árabe con sede en Londres, Al Hayat que durante su visita a Doha discutirá una fórmula de compromiso para romper la actual crisis en la relación entre Qatar y sus países hermanos de los estados árabes del Golfo.
También anunció que estaba preparando el lanzamiento de un partido político de oposición al régimen encabezado por el jeque Tamim bin Hamad Al Thani y advirtió a los gobernantes sobre perseguir "políticas encaminadas a romper la unidad entre los estados árabes".
"Nos hemos mantenido en silencio sobre el comportamiento irracional del régimen en Qatar", dijo a la página web de noticias egipcia Youm7. "Debido a este comportamiento sistemático que tiene como fin romper la unidad de los árabes, decidimos hablar con el mundo árabe en general y el pueblo de Qatar, en particular, y voy a tratar de establecer un partido de oposición con base en Londres".
Sheikh Saud ha vuelto cada vez más franco sobre su preocupación por el deterioro de las relaciones entre Qatar y el resto del mundo árabe. En Twitter, instó el emir a "volver al camino correcto". En otro tweet, escribió: "Esperamos que la política exterior cambie. Estamos decepcionados después de que uniese sus fuerzas con Irán en contra de sus hermanos. Qatar se ha convertido en una fuente de financiación del terrorismo y un puerto de exportación del pensamiento extremista".
El jeque Saud, según informa el diario The National dijo que presionaría para que Qatar emitiera una disculpa formal a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.
La mediación se ocuparía varios puntos, dijo el jeque Saud, como la suspensión de la actividad de la oficina ejecutiva de la primera dama de Qatar, la jequesa Moza Al-Misnad; la congelación de la alianza entre Qatar e Irán; cesar todo tipo de apoyo a las operaciones en Libia, Egipto, África del Norte y Sudán, y la expulsión de todos los elementos extremistas alojados por Qatar.
Si están de acuerdo en los términos, el primer ministro de Qatar, Abdullah Nasser Al Thani, firmará un memorando de entendimiento en nombre del Gobierno, con la promesa de establecer la Fundación de Desarrollo de Ahmed Bin Ali.
El jeque Saud hizo hincapié en que estaba hablando con todos los que se oponen a las actitudes de Qatar actuales hacia sus vecinos de la región. Su intención no era hacer oposición, sino evitar que Qatar se rompa.
La reunión iba a durar sólo unas pocas horas, agregó, ya que él se iría Doha esa misma tarde.
El distanciamiento entre Qatar y el resto de los países del CCG surge después de los comentarios atribuidas al emir, en los que, al parecer, alabó a Irán, a Hamas y a Hezbolá y dio a entender que necesitaba la protección de las naciones vecinas. Sin embargo, Doha insistió en que esas declaraciones del emir fueron hackeadas. Una fuente oficial dijo que un equipo del FBI había estado en Doha la semana pasada para la investigación de la violación de la seguridad.
Otros dos países no identificados también están ayudando a tratar la crisis, agregó una fuente.
