En medio de las crecientes preocupaciones de los expatriados que están pensando en salir de Qatar después de la crisis que estalló en el Golfo el 5 de junio, el país se está moviendo para ofrecer a algunos de sus extranjeros un nuevo estatus de residencia que podría motivarlos a quedarse.
Qatar, donde los extranjeros representan el 88 por ciento de la población total, espera que al ofrecer a los expatriados calificados los mismos derechos educativos, de salud y de propiedad que los qataríes, no los perderá y, por consiguiente, no tendrán que hacer frente a desafíos inevitables.
"Qatar está avanzando ahora con un plan para asegurar a los trabajadores que necesita desesperadamente en el país tras la creciente presión resultante después de que tres países del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) y Egipto cortaran sus relaciones diplomáticas y comerciales con Doha", manifestó Mohammad Jaber, un analista al diario Gulf News.
"Todo forma parte de un juego ofensivo de encanto para ganar simpatía mostrando un enfoque más amigable y flexible con los expatriados en una región donde el sistema de patrocinio ha sido dominante", añadió.
Por su parte, el ministro de Estado y Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, señaló que la dependencia de Qatar de los medios de comunicación es innegable, con un mercadeo de cuentas "ficticias" que contrarresta la "lógica humana".
Las declaraciones son consecuencia de la iniciativa aprobada por Doha de una ley para otorgar tarjetas de residencia permanente a los extranjeros calificados que viven en el país, informó la oficial Agencia de Noticias de Qatar (QNA, por sus siglas en inglés).
La acción sería la primera en la región del Golfo, donde los privilegios de los ciudadanos han sido cuidados celosamente y el acceso de los extranjeros a los servicios públicos y a los derechos de propiedad está muy limitado. De acuerdo con la nueva ley, los poseedores de la tarjeta serán tratados como ciudadanos qataríes y se beneficiarán de los elementos del generoso sistema de bienestar del Estado, incluidas educación y servicios de salud.
Los titulares de la nueva residencia permanente tendrán derecho a poseer propiedades y operar algunos comercios sin necesidad de un socio o patrocinador y tendrán prioridad, después de los locales, en la celebración de trabajos públicos militares y civiles. Bajo la ley, entre las personas elegibles para obtener la tarjeta están los hijos de mujeres qataríes casadas con extranjeros y los extranjeros que han prestado servicios destacados al país.
Los extranjeros interesados en el estatuto deben aplicar al Ministerio del Interior, pero su solicitud tendrá que ser aprobada por un comité especial que se creará para examinar cada caso.
Esta acción tuvo lugar después de que Arabia Saudita y tres países árabes más rompieron relaciones diplomáticas y de transporte con Qatar el 5 de junio tras acusarlo de respaldar a grupos radicales, de financiar el terrorismo y de acercarse a Irán, algo que Qatar ha rechazado reiteradamente.
