viernes. 26.04.2024

Una de las facciones armadas de Yemen ha intercambiado disparos con las fuerzas de seguridad gubernamentales en una plaza de la ciudad de Adén, en el sur del país, en medio de un clima de creciente tensión denunciado por Naciones Unidas.

El Gobierno internacionalmente reconocido, con sede en Adén, aún no ha impuesto su mandato sobre las diferentes facciones armadas, una de los cuales, y en represalia por el asesinato de autoría aún desconocida de uno de sus comandantes, intercambió disparos con las fuerzas de seguridad.

La Organización de Naciones Unidas ha alertado del aumento de la inestabilidad en Yemen, motivada en gran medida por la estancada situación política que vive el país entre el Gobierno y las diferentes facciones armadas desde 2015 y que está empobreciendo gravemente a la población.

"Yemen continúa atravesando un período crítico y agonizante mientras los civiles pagan el terrible precio de una lucha de poder sin fin. Aquellos que sobreviven a la lucha enfrentan la muerte por hambre o por enfermedad a medida que la situación económica continúa deteriorándose. Las tensiones políticas en Yemen siguen minando las instituciones públicas, de las que dependen muchos yemeníes", ha declarado el enviado de la ONU en Yemen, Ould Cheikh Ahmed, en un comunicado.

El movimiento insurgente hutí, también conocido como Ansar Allah y aliado de Irán y los partidarios del expresidente Saleh, se acusan el uno al otro de haber roto una alianza para luchar contra el gobierno yemení del presidente Abdrabu Mansur Hadi. En julio del año pasado, los hutíes y los aliados de Saleh acordaron formar un consejo político conjunto para dirigir las partes controladas por los rebeldes en Yemen. 

"No se puede permitir que nadie trate de provocar disturbios internos, paralizar o interrumpir las instituciones estatales y participar en la extorsión política", declaró este domingo el líder de movimiento, Abdel Malek al Huthi.

Según informa el diario The National, este sábado, en su primer discurso público desde el Ramadán, el líder hutí acusó a partidos sin nombre de conspirar contra los rebeldes al considerar un acuerdo de paz que iría en contra de los intereses de Yemen. 

"Ciertos individuos y grupos que intentan esconderse bajo el disfraz de luchar por la paz están conspirando contra Yemen y tratando de hacer tratos que socavan el futuro de Yemen", dijo en el discurso televisado el líder de los rebeldes. Añadió que estaban preparándose para trabajar hacia un acuerdo de paz con el Gobierno de Hadi y la Coalición encabezada por Arabia Saudita que lo respalda, que incluye a EAU.

La alianza entre el movimiento hutí y Saleh, que gobernó en Yemen durante 33 años, siempre ha sido un matrimonio de conveniencia. Los antiguos enemigos lucharon seis guerras brutales en cinco años mientras que Saleh era presidente, con las fuerzas de este último matando a Hussein Al Houthi, el fundador del movimiento de hutí y hermano mayor de Abdul Malek, en 2004.

A día de hoy, el presidente del país, Abd Abdo Rabbu Mansur Hadi, y la mayor parte del Gobierno permanecen en el exilio por su seguridad. Las conversaciones de paz respaldadas por Estados Unidos entre las partes en conflicto se derrumbaron hace más de un año y continúan los enfrentamientos a nivel nacional entre milicias y facciones del Ejército leales a los hutíes y al Gobierno.

Tiroteo entre una facción armada de Yemen y las fuerzas de seguridad en Adén
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