El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aterrizado este sábado en Riad dando comienzo a su primer viaje al extranjero desde que asumió el cargo.
Trump sostendrá conversaciones con los líderes del reino saudita este sábado y tiene previsto ofrecer un discurso sobre el Islam ante unos 50 líderes árabes y musulmanes este domingo.
Acompañado por la primera dama, Melania Trump, Trump llegó a Riad a bordo del Air Force One y fue recibido en el aeropuerto por el rey Salman. Ambos se intercambiaron un apretón de manos y Trump dijo que era "un gran honor" para él estar allí.
Antes de viajar a Arabia Saudita, el presidente twitteó que su intención es “proteger firmemente los intereses estadounidenses” en su viaje de ocho días a Oriente Medio y Europa, que presenta una prueba diplomática de gran envergadura.
Mientras que su predecesor Barack Obama fue visto con recelo por los estados árabes del Golfo por su inclinación hacia su rival regional chiíta, Irán, es probable que Trump tenga una línea más dura contra Teherán.
“Él va a ser más duro con Irán”, dijo Philip Gordon, alto miembro del Consejo de Relaciones Exteriores.
“No va a dar una conferencia sobre la democracia y los derechos humanos”, agregó.
“Voy a hablar con los líderes musulmanes y retarlos a luchar contra el odio y el extremismo, y abrazar un futuro pacífico para su fe”, dijo Trump antes de su visita.
Después de Arabia Saudita, Trump se dirigirá a Israel y los territorios palestinos en la que espera revivir el moribundo proceso de paz.
Se reunirá con su “amigo” el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Jerusalén y el presidente palestino Mahmud Abbas en Belén.
La reunión de Trump con el Papa Francisco -dos hombres en desacuerdo en todo, desde el cambio climático a la política de refugiados- sigue siendo muy impredecible, aunque el Papa dice que va a dar líder alcista de los Estados Unidos una audiencia de mente abierta.
El presidente también se reunirá con los miembros de la alianza del Atlántico Norte en Bruselas y asistirá a una cumbre del G7 en la pintoresca localidad siciliana de Taormina, con vistas al Mediterráneo.
