viernes. 19.04.2024

(Texto: ABC. Fotos: Patricia Mogollón) “Soy colombiano, español y andaluz”. Y pintor. Juan Carlos Ospina Ortiz (Venadillo, Colombia, 1963) lleva afincado en Málaga 18 años. Exactamente los mismos que hace que recibió amenazas de la guerrilla de su país. Querían que pagara la “vacuna” -el impuesto 'revolucionario' de la tierra-. No aceptó. Y alguien que sabía de lo que hablaba le dijo que se marchara de inmediato y con lo puesto. Así lo hizo. Puso rumbo a Miami y dejó atrás incluso a su mujer y a sus dos hijas. No tenía otra alternativa.

Corría el año 1997. Y desde entonces no ha regresado a Colombia. En la actualidad sigue teniendo sus “reservas”, aunque está dispuesto a recuperar el contacto. Vive en Andalucía, donde desarrolla su carrera artística, y ahora incluso explora las posibilidades de exportar sus obras, marcadas por los grandes iconos del sur español, a Emiratos Árabes Unidos. De hecho, tras su reencuentro con el país que le vio nacer, ha realizado una exposición muy aplaudida en la Embajada de Colombia en Abu Dhabi, capital emiratí. Nuevos tiempos.

Juan Carlos Ospina muestra una de sus obras en Abu Dhabi. Juan Carlos Ospina muestra una de sus obras en Abu Dhabi. (Patricia Mogollón)

Son las vueltas que da la vida. Venadillo, Bogotá, Miami, París, Guadalajara, Málaga, Londres y hoy Abu Dhabi. Las circunstancias de la época en la que huyó de Colombia eran complicadas. Existía una presencia omnipresente de la guerrilla y de los narcotraficantes. Juan Carlos Ospina, que comenzaba a alcanzar cierta notoriedad como pintor y a salir en medios de comunicación, se vio envuelto en la espiral de violencia que presidía el día a día del país. Entre otras razones porque provenía de una familia metida en política, tanto en el partido conservador como en el liberal. Así eran antes las cosas.

Y por si algo faltaba en su biografía también vivió muy de cerca la tragedia del volcán Nevado del Ruiz en 1985, en la que murieron más de 30.000 personas. Omayra Sánchez, la niña de 13 años que se convirtió en símbolo del desastre tras quedar atrapada en el barro y resultar imposible su rescate, era familia suya por parte de madre. Y Armero, el pueblo que desapareció para siempre por los efectos de la erupción, el lugar donde había estudiado el bachillerato.

Todas esas marcas estaban aún presentes en su espíritu cuando llegó a España. Cuando se instaló en Málaga, en el barrio del Soho. Primero se afanó por sacar de Colombia a su familia y posteriormente por recuperar su carrera de pintor. Y así fue como entró en contacto con galerías como Cartel Fine Art , donde comenzó a exponer y a vender sus obras. Hasta el punto de que parte del arte que ha aflorado de sus pinceles ha quedado plasmado en una serie de sellos de Correos.

Sus pinturas -óleo, acrílico, témperas...- se encuentran repartidas por gran parte del mundo, desde Carolina a Taiwán. Y son profundamente andaluzas. “Recreo lo que veo, y lo que veo es Andalucía”, asegura convencido. Su estilo es realista y su temática recoge bodegones, paisajes, retratos y, con mucha pasión, la música. De hecho, la obra que el considera icono de su trayectoria es 'Carmen', el retrato de una andaluza violonchelo en mano. Ronda, Málaga, Sevilla, El Rocío, Cazorla, la Semana Santa, trajes de luces, mantillas o solerías de las de antes conforman su argumentación artística. Y gusta.

Ahora ha recalado en Emiratos Árabes Unidos. Ha hecho grandes progresos y espera avanzar aún más tras realizar su primera exposición y establecer contactos con prestigiosas galerías de Abu Dhabi. Como tantas otras personas, ve futuro en las tierras del Golfo. “Me ha ido mejor de lo que pensaba”, puntualiza. Pero su sitio sigue estando en España. En Málaga, donde nacieron su tercera y cuarta hija y donde hoy mantiene una nueva relación con una joven abogada rumana que trabaja para la Junta.

Hace años que logró la nacionalidad española. Y lo hizo a conciencia. “Yo escogí ser español”, afirma para recalcar su sólido compromiso. “Como España no hay ningún país”, sentencia. “Aquí vivo, aquí trabajo, aquí tengo mi familia y aquí pago mi hipoteca; los españoles debemos luchar por esta tierra ahora más que nunca”. Colombiano, español y andaluz. Sin dudas.

Juan Carlos Ospina, arte con alma hispana en Abu Dhabi
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