sábado. 20.04.2024

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha viajado este fin de semana a Arabia Saudí para visitar las obras del proyecto ferroviario de alta velocidad que unirá La Meca con Medina, el mayor contrato obtenido nunca por empresas españolas en el extranjero (6.736 millones de euros). El proyecto, que incluye el diseño y la construcción de la vía y sistemas además del suministro de 35 trenes y el mantenimiento durante 12 años, se ha fraguado gracias a la colaboración entre iniciativa pública e inversión privada, en un consorcio constituido por 12 empresas españolas junto a varias saudíes. En el momento de la firma del acuerdo, en enero de 2012, la misma Pastor señaló: «El proyecto demuestra que España tiene una capacidad espectacular en todo lo que es ingeniería y obra pública de transporte ferroviario y terrestre».

La internacionalización de la alta velocidad española tiene otro ejemplo en la participación de OHL en un tramo del trayecto entre Ankara y Estambul. Pero aunque se ha hablado de diversos frentes en los que cabía posibilidad de obtener obras en los tiempos más recientes (Brasil, Rusia o Estados Unidos), de momento estos dos contratos son los únicos que se han adjudicado a empresas nacionales referentes a la alta velocidad, en un contexto en el que las constructoras españolas y empresas de ingeniería civil españolas cuentan un amplio número de obras en otro tipo de infraestructuras.

Sobre el megaproyecto del tren de alta velocidad entre Río de Janerio, Sao Paulo y Campinas, valorado en su conjunto en 13.000 millones (casi el doble que el de Arabia Saudí), el consorcio español (con ACS, Talgo, Indra, Elecnor y Abengoa, entre otras empresas) era uno de los principales candidatos. Y sigue siéndolo, por supuesto, pero la decisión de la presidenta brasileña, Dilma Rouseff, de aplazar sin fecha oficial la convocatoria del concurso, que se espera que sea para finales de 2014 o inicios del 2015, deja en «standby» la posibilidad de obtener tamaña obra.

Otro codiciado concurso es el que todavía no se ha convocado para la construcción y gestión de la línea de alta velocidad entre San Petersburgo y Moscú. Sonaban otros corredores, en Marruecos o Kazajistán. En la misma Rusia, Polonia, Finlandia, Colombia, Marruecos y Argentina, por citar varios países, Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias de España) tiene acuerdos estrechos de colaboración, de asesoramiento, y el sistema de gestión de circulación ferroviaria español «Da Vinci», desarrollado por Indra, se ha exportado a varios de ellos.

Y Estados Unidos. La calidad de la alta velocidad de nuestro país no pasó inadvertida tampoco para ellos. En 2011, el secretario de Tranporte de la gran potencia mundial, Ray LaHood, hablaba de él como un sistema que todos quieren «imitar y copiar porque es el mejor». Y desde Adif señalan que el interés estadounidense es más que conocido y que hay proyectos en aquel país (California y Florida) a la espera de que se relancen.

Pero no sólo los norteamericanos han enviado delegaciones, Suecia, China, Bosnia-Herzegovina, India, Túnez, Argelia, Reino Unido, Bulgaria, Japón, Chequia, Hungría, Uzbequistán, Croacia, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Australia, Catar, Vietnam, Corea, Indonesia y Sudáfrica también han visitado nuestro país interesados en nuestra excelencia, según datos de Adif recogidos por Europa Press.

«Si hay un sector en el que España sobresale especialmente, y en el que queremos ampliar horizontes de cara al exterior, es en el ferroviario. Una oferta como la española que aúna experiencia y tecnología, compromiso y conocimiento, respaldo institucional y el mayor y más fiable cluster de empresas ferroviarias, tiene sin duda un importante recorrido ante sí», sostiene Fernando Nicolás, director internacional de Adif.

En la foto de San Bernardo para ABC.es, la ministra Ana Pastor y el ministro de Transportes saudí.

La ministra de Fomento Ana Pastor, en Arabia Saudí
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