Según informó ayer Robert Tait corresponsal de Medio Oriente del diario británico The Telegraph, las futbolistas de la liga femenina profesional de Irán se someterán a pruebas obligatorias de género para establecer que son realmente mujeres.
El órgano rector del fútbol del país está llevando a cabo controles aleatorios después de que se reveló que varios jugadores principales - incluyendo cuatro del equipo nacional femenino - eran hombres que no habían terminado las operaciones de cambio de sexo.
Las operaciones de cambio de sexo son legales en Irán según un fatwa - o edicto religioso - pronunciado por el difunto ayatolá Ruhollah Jomeini, líder espiritual de la revolución islámica de 1979. La ley contrasta con las estrictas normas que rigen en la moral sexual de la Sharia, código legal del país, que prohíbe la homosexualidad y el sexo antes del matrimonio.
Los médicos forenses aparecerán sin previo aviso en las sesiones de entrenamiento de los equipos que juegan en la Premier League Femenina de Irán, así como en los de fútbol sala.
Ahmad Hashemian, jefe del comité médico de la federación de fútbol iraní, informó de que eran los propios clubes los que tenían la obligación de llevar a cabo los exámenes médicos para establecer el sexo de sus jugadoras antes de firmar los contratos.
"Si estas personas pueden resolver sus problemas a través de la cirugía y estar en condiciones de recibir las calificaciones médicas necesarias, podrán entonces participar en el fútbol de las mujeres," manifestó Sr. Hashemian, un médico calificado, en declaraciones citadas por IRNA, la agencia estatal de noticias de Irán.
Los cambios sexuales se llevan a cabo habitualmente en fases en Irán, el procedimiento completo alcanza hasta dos años e incluye la terapia hormonal antes de que se complete la transformación completa de género.
Se cree que las preocupaciones acerca de la sexualidad de algunos jugadores se plantearon por primera vez hace cuatro años, cuando un equipo femenino expresó sus sospechas de un portero del equipo contrario.
El fútbol es muy popular entre muchas mujeres iraníes, a pesar de las normas religiosas que les prohíben la entrada de los estadios para ver los partidos de los equipos masculinos.
