jueves. 25.04.2024

Decenas de militares colombianos se han incorporado a fuerzas de seguridad de los Emiratos Árabes Unidos atraídos por promesas de un sueldo mayor.

Durante unos diez meses, y sin descanso, los militares cambian las tupidas selvas colombianas por un árido desierto donde desempeñan tareas de seguridad y vigilancia, especialmente en instalaciones petroleras, al tiempo que sus salarios se multiplican por cuatro y hasta por diez.

“Yo conozco amigos en retiro, y también en activo, que están allá trabajando en ejércitos de paz y les ha ido bien. No sé cuántos hay allá, pero sé que somos muchos los que buscamos la forma de llegar”, reconoció un teniente de la Marina colombiana que acaba de quedar desempleado y pidió el anonimato, según ha indicado el diario colombiano El Espectador citando fuentes de Efe.

El boca a boca y las redes sociales han acercado a estos militares a empresas estadounidenses que cambian con frecuencia de nombre, como Blackwater, que hoy se hace llamar Academi, con sede en el barrio bogotano de La Soledad.

El perfil que buscan los reclutadores es el de integrantes de la fuerza pública en combates, contraguerrillas y selva, que han de pasar una pruebas físicas y constatar que son capaces de someterse a las condiciones más extremas, aunque no conozcan con detalle el trabajo que van a desempeñar hasta que llegan al destino.

“Yo apenas contacté con ellos. Creo que hace poco salió un grupo hacia el emirato de Dubai, y aún no sé si podré ingresar ni qué haré”, agregó otro cabo del Ejército.

Los reclamos son evidentes: “En Colombia he pasado por varias situaciones difíciles, he pisado una mina, me han disparado y las condiciones económicas en Emiratos están mejor que aquí”, reconoció el militar, que si se alista pasará de ganar unos 1.000 dólares al mes a embolsarse cerca de 3.160 con todas las prestaciones.

No obstante, según el teniente de Marina, los nuevos integrantes del Ejército emiratí son conscientes de que ir “allá no es tan fácil” y hasta se dice que las condiciones “no son las de un soldado cualquiera".

Aunque el proceso de contratación es legal, el malestar entre las autoridades colombianas va en aumento porque “se está retirando mucha gente activa, la mejor entrenada de las Fuerzas Militares, para irse a trabajar allá”, lo que según el teniente está revistiendo este asunto de “un secretismo absoluto”.

Militares colombianos dejan la selva por el desierto emiratí
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