jueves. 28.03.2024

Un presunto ex guardaespaldas de Osama bin Laden ha sido arrestado en Túnez después de haber sido deportado de Alemania la semana pasada. Un portavoz de la fiscalía tunecina dijo que el hombre, identificado como Sami A por las autoridades alemanas y Sami Idoudi en Túnez, fue puesto bajo custodia por orden del fiscal en Túnez. El joven de 42 años era buscado por "sospecha de estar involucrado en actividades extremistas en Alemania", dijo el portavoz Sofiene Sliti.

El portavoz añadió que la ley tunecina permitía presentar casos contra ciudadanos acusados ​​de delitos de terrorismo en el extranjero. Sami A había vivido en Alemania durante dos décadas y las autoridades alemanas lo consideraban una amenaza para la seguridad por presuntos vínculos con grupos extremistas. Durante años tuvo que informar a la policía, pero nunca fue acusado de ningún delito. Además, niega ser el ex guardaespaldas del difunto líder de Al Qaeda, Bin Laden, el autor intelectual detrás de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.

Sin embargo, los jueces en un caso de terrorismo de 2015 en la ciudad alemana de Muenster dijeron que creían que Sami A se sometió a entrenamiento militar en un campamento de Al Qaeda en Afganistán en 1999 y 2000 y pertenecía al equipo de guardias de bin Laden.

Fue trasladado a Túnez este viernes después de una larga batalla contra su deportación de Alemania. Su solicitud de asilo fue denegada en 2007, pero se le permitió permanecer en el país luego de afirmar que enfrentaba a posibles torturas en Túnez.

Se espera que la disputa legal continúe ya que un tribunal en la ciudad alemana de Gelsenkirchen emitió una orden contra la deportación a última hora del jueves, confirmando que el sospechoso podría enfrentar "tortura y trato inhumano", pero la decisión solo llegó a las autoridades federales el viernes por la mañana, después de que el vuelo de Sami A a Túnez había despegado, informó la agencia de noticias DPA.

Un fallo judicial no relacionado el mes pasado que involucró a otro hombre tunecino, acusado por un ataque en 2015 al museo Bardo de Túnez, ayudó a allanar el camino para la expulsión de Sami A. En ese caso, los jueces alemanes encontraron que el acusado no enfrentaba la amenaza de la pena de muerte ya que Túnez ha tenido una moratoria para aplicar la pena capital desde 1991.

El ministro de Interior de Alemania, Horst Seehofer, aprovechó el precedente para decir que esperaba que Sami A fuera el siguiente deportado, haciendo un llamado a los oficiales de migración para que el caso fuera "una prioridad".

El periódico Bild encabezó una campaña contra la presencia de Sami A en Alemania, con revelaciones de que se hacía con casi 1.200 euros (5.150 dirhams) por mes en ayuda social lo que provocó gran indignación entre los alemanes. Sami A tiene esposa e hijos que son ciudadanos alemanes.

Detienen a supuesto guardaespaldas de Osama bin Laden en Túnez
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