jueves. 28.03.2024

Un fuerte terremoto de magnitud 7,2 sacudió en la tarde de este viernes el centro y sur de México. El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), que en un principio había reportado una magnitud de 7,5, ubicó el epicentro del sismo a 2 kilómetros al sureste de Pinotepa Nacional, en el estado de Oaxaca.

Por su parte, el Instituto Sismológico de México lo situó a 11 kilómetros de la citada localidad e indicó que se registraron hasta 122 réplicas.

El terremoto se originó a más de 24 km de profundidad a las 17:39 hora local (23:39 GMT). Tan sólo una hora después, se produjo otro seísmo en el mismo estado, en ese caso, de magnitud 5,8, según los datos del USGS. Algunos edificios sufrieron daños en Oaxaca pero en las primeras horas no se habían reportado muertos.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico señaló que no había amenaza de olas gigantes.

El director de la Comisión Federal de Electricidad, Jaime Hernández, confirmó que el suministro de energía eléctrica de 998.000 hogares y comercios se vio afectado en la capital y los estados de México, Oaxaca, Guerrero y Morelos.

Testigos en Ciudad de México, a 600 kilómetros al norte del epicentro, reportaron que el terremoto se sintió con mucha intensidad, aunque menos que el del pasado 19 de septiembre, que dejó 369 muertos, según datos oficiales. Los habitantes de la capital escucharon la alerta sísmica que se emite en altavoces en las calles, en transmisiones de los medios y en dispositivos móviles. Eso ofrece hasta un minuto a las personas para buscar un lugar seguro.

En la capital se registraron escenas de pánico. Miles de personas salieron a la calle. Algunas gritaban, otras lloraban y se abrazaban, informó la corresponsal de BBC Mundo en México, Ana Gabriela Rojas. En la Colonia Condesa, un barrio céntrico y uno de los más afectados en el terremoto del 19 de septiembre, el tráfico paró por algunos minutos. El ambiente se llenó de polvo de los edificios que están dañados y desocupados desde el anterior gran terremoto, hace casi cinco meses.

"Fue un fuerte recordatorio de que la ciudad puede colapsar en cualquier minuto, vivimos en una zona sísmica", explicó Christian Hernández, un maestro de primaria que paseaba a su perro cuando sintió el temblor. En algunos restaurantes, no obstante, la actividad paró sólo de manera momentánea. "Si vamos a morir, es mejor morir cantando", dijo uno de los mariachis que actuaba en La Morena, un establecimiento de la Condesa.

El Coordinador Nacional de Protección Civil de México, Luis Felipe Puente, explicó en Twitter que la infraestructura de comunicaciones y transporte no se vieron afectadas y operaban con normalidad minutos después del temblor.

Así mismo, el director general de la petrolera Pemex, Carlos Treviño, aseguró en redes sociales que "todas las refinerías y centros procesadores de gas están bien".

México es un país proclive a sufrir terremotos. Hace tan sólo cinco meses que el país experimentó otro fuerte sismo, de magnitud 7,1. En esa ocasión, el epicentro se situó en el estado de Morelos, al sur de Ciudad de México, y provocó la muerte de 369 personas.

El más devastador ocurrió en septiembre de 1985, cuando fallecieron 12.000 personas.

Un fuerte terremoto sacude el centro y sur de México
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