jueves. 25.04.2024

Las Fuerzas de Seguridad multiplicaban este miércoles sus esfuerzos para capturar a los tres pistoleros que, fuertemente armados y con pasamontañas y chalecos antibalas, asesinaron al menos a catorce personas e hirieron a diecisiete en el Inland Regional Center, una instalación social dedicada a la rehabilitación y que atiende mayoritariamente a personas con discapacidad física, en San Bernardino, en el estado de California.

Los tres individuos, "con un estilo militar", según el jefe de Policía, Jarrod Burguan, llegaron poco antes del mediodía en un vehículo todoterreno deportivo de color negro y los cristales tintados, irrumpieron en el edificio y abrieron fuego contra todo aquel que encontraban por el camino en el interior. Aunque durante casi una hora la Policía pensó que podían encontrarse aún en las instalaciones, el responsable policial dijo que habían huido. Terminado el tiroteo, la Policía informó que un sospechoso había sido abatido, otro detenido y el tercero, huido. Un agente policial resultó herido.

Tras el nuevo tiroteo masivo en Estados Unidos, que empieza a acostumbrarse a que la tragedia con armas de fuego de por medio se convierta en algo cotidiano, un equipo de élite de la SWAT (especialistas de la Policía de Los Ángeles), el FBI y la CIA, con el soporte de la Policía Local, iniciaron un dispositivo para dar caza a los asesinos. Expertos en desactivación de explosivos llegaron a la zona para analizar lo que se pensaba que podía ser un artefacto colocado por los propios asaltantes, aunque finalmente no se confirmó tal extremo. Los agentes tampoco encontraron armas en el interior del centro de rehabilitación.

Aunque no hay pistas sobre los atacantes, el jefe de la Policía Local apuntó al llamado terrorismo doméstico, de motivación ideológica, ya que, según explicó, "vinieron a hacer lo que hicieron, a cumplir una misión".

Los testigos que lograron escapar de la encerrona mortal relataron en el exterior que se veían "muchos cuerpos en el suelo del edificio" durante los minutos de máxima tensión que se vivieron durante la matanza. En medio de la confusión, las televisiones mostraban en directo la llegada de decenas de policías que se apostaban alrededor del centro de rehabilitación para iniciar la operación de asalto, hasta que se confirmó la huida de los asaltantes.

Minutos después de producirse el tiroteo, el presidente Barack Obama, informado sobre el ataque, se reunió en la Casa Blanca con su asesora de Seguridad Nacional, Lisa Monica, para recibir información. Obama instó a acabar con la "pauta" que convierte a los tiroteos masivos en algo que ocurre de forma "normal" en el país y que "no tiene ningún paralelo en ningún otro sitio en el mundo".

Los dos sospechosos -el varón identificado como Syed Farook- vestían “ropa de asalto”  y portaban fusiles de asalto y granadas, afirmó Burguan quien añadió que una tercera persona fue detenida, aunque se desconoce si está implicada, según publica la agencia de noticias EFE.

Al menos 14 muertos por un tiroteo en California
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