Cientos de musulmanes se congregaron este viernes frente al Coliseo de Roma para rezar y protestar de este modo contra el cierre de algunos lugares de culto, reclamar una normativa municipal que los regule y denunciar su criminalización.
La protesta tuvo lugar junto al Coliseo y al Arco de Constantino y ha sido promovida por la asociación Dhuumcatu, que agrupa a los bangladesíes que residen en la capital italiana, en su inmensa mayoría de religión musulmana.
En su página de internet, la organización asegura que sus integrantes "están cansados de la criminalización de sus lugares de culto, cerrados por ser considerados clandestinos" por parte de las autoridades municipales.
"No existe una normativa de referencia y no podemos inventarnos soluciones sin contar con la Administración. Necesitamos voluntad política para resolver el problema", afirman en un comunicado.
Por otro lado, sostienen que "es un deber constitucional de las administraciones permitir el ejercicio de un derecho constitucional como el de culto".
Según informa la agencia EFE, en el acto se expusieron pancartas en las que podía leerse las palabras "paz" y "amor" y el mensaje "sí a la libertad de culto".
El portavoz de las asociaciones islámicas de la región del Lazio, Francesco Tieri, reclamó al Ayuntamiento de Roma que "incluya la presencia de sus comunidades en el plan urbanístico de la ciudad".
En los últimos tiempos las autoridades romanas han clausurado algunos espacios utilizados a modo de mezquitas en barrios periféricos de la capital como Centocelle, Tor Pignattara y Tor Vergata, por considerarlos clandestinos.
El partido ultraderechista Liga Norte ha anunciado que solicitará la comparecencia del ministro del Interior, Angelino Alfano, para saber por qué se permitió la concentración de musulmanes en el Coliseo, un acto que han tildado de "provocación".
De acuerdo con cifras oficiales hay poco más de 800.000 musulmanes que viven legalmente en Italia. Se estima que más de 100.000 viven en el país de forma permanente sin papeles oficiales. Eso hace pensar que la comunidad representa más del 1,5 por ciento de la población y que el islam es la segunda fe más seguida en el país de mayoría católica.
