La policía belga ha llevado a cabo una detención relacionada con los atentados de ayer en Bruselas. Aunque medios de comunicación belgas, como el periódico La Libre habían anunciado que se trataba de Najim Laachraoui, uno de los terroristas buscados por los atentados de París, los mismos medios se han retractado de sus informaciones, descartando que se trate de Laachraoui.
Najim Laachraoui, de 25 años, era buscado por la policía desde hace casi cuatro meses por su vinculación con los atentados del pasado 13 de noviembre en París. Laachraoui, retornado de Siria, adonde viajó en febrero de 201, era uno de los cómplices del terrorista más buscado de Europa, Salah Abdeslam, que fue detenido el viernes pasado en la capital belga.
La policía busca a Laachraoui tras haberlo identificado como uno de los tres terroristas que atentaron contra el aeropuerto de Bruselas. Los otros dos, que se inmolaron en el aeropuerto, han sido identificados como los hermanos Khalid e Ibrahim El Bakraoui, dos jóvenes residentes en Bruselas que eran conocidos por la policía por actos de vandalismo pero no por ser radicales islámicos, según la información del canal belga RTBF.
UN TAXISTA, CLAVE PARA LA INVESTIGACIÓN
Los presuntos autores de los atentados en el aeropuerto de Bruselas transportaban los artefactos explosivos en maletas que pusieron encima de un carro de equipaje del aeropuerto bruselense de Zaventem, según informa el periódico local La Dernière Heure. El periódico cita al alcalde de Zaventem, Francis Vermeiren, quien ha dicho que los tres presuntos atacantes del aeropuerto llegaron en taxi con maletas en cuyo interior "estaban las bombas". Para indentificarlos ha resultado clave la declaración del taxista que los transportó.
Los terroristas, según la misma fuente, depositaron sus maletas en un carrito y las dos primeras bombas explotaron. La tercera bomba, según Vermeiren, fue puesta en una bolsa de viaje encima del carrito, pero al presunto terrorista "le debió de entrar el pánico, porque no explotó".El plan original de los terroristas de Zaventem, que habían pedido un taxi grande, indican los medios belgas, era viajar con cinco maletas a Zaventem y se enfadaron cuando llegó uno pequeño, en el que no cabían cinco maletas, según el relato del propio taxista. Esto hace pensar que la intención de los hermanos era llevar más carga explosiva aún.
Fue ese mismo taxista el que señaló la dirección de la vivienda donde posteriormente se encontraron una bandera de Daesh y una bomba con clavos. En el piso, situado en el municipio de Schaerbeek, la policía encontró un artefacto explosivo, productos químicos y una bandera del grupo terrorista Estado Islámico.
TRAS LOS PASOS DE LAACHRAOUI
Según ha informado la Fiscalía belga en un comunicado, las autoridades estaban tras los pasos de Laachraoui por haber alquilado una casa en el municipio de Auvelais, más de 70 kilómetros al sur de Bruselas, que sirvió para preparar los atentados, y que la policía registró el 26 de noviembre, 13 días después de los ataques del ISIS en la capital francesa.
Según publica el diario El País, Laachraoui era conocido hasta ahora por las fuerzas de seguridad como Soufiane Kayal, la identidad falsa con la que alquiló la vivienda y con la que fue detectado en un control en la fronteras de Hungría y Austria el 9 de septiembre pasado, dos meses antes de los atentados. De los tres hombres que fueron identificados ese día en la inspección policial, todos ellos con pasaportes falsos, Laachraoui es el único que permanece huido.
El número de fallecidos y heridos en los atentados de Bruselas, que han sido reivindicados por el Estado Islámico, ha ido oscilando desde que se produjeron las primeras explosiones. Aunque durante las primeras horas tras el atentado llegó a hablarse de 34 víctimas mortales, el Centro de Crisis de la Seguridad Pública Federal de Bélgica ha concretado a primera hora de esta mañana que el balance de víctimas de los atentados perpetrados en la capital es de 31 muertos y 250 heridos.
