viernes. 19.04.2024

La Casa Blanca anunció el miércoles 1 de agosto la imposición de sanciones económicas contra los ministros turcos de Justicia, Abdülhamit Gül, y de Interior, Süleyman Soylu, a quienes acusa de "abusos graves de derechos humanos" por su papel en el arresto en Turquía del pastor protestante estadounidense, Andrew Brunson.

El eclesiástico fue acusado por cargos de terrorismo y de colaborar tanto con la guerrilla kurda marxista como con la cofradía del predicador islamista turco Fethullah Gülen, por lo que lleva dos años en prisión preventiva, y aunque el pastor pasó a arresto domiciliario la semana pasada, la Casa Blanca exige su liberación total.

"La detención injusta del pastor Brunson y su continuado procesamiento es simplemente inaceptable", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, al informar de las sanciones en una rueda de prensa, en la que aprovechó para reiterar la exigencia de su liberación.

Las sanciones significarán la congelación de los activos que los dos ministros turcos puedan tener bajo la jurisdicción estadounidense. Además, según informó el Departamento del Tesoro, se prohibirá realizar transacciones financieras con ellos a entidades del país.

Sanders dijo que el presidente Donald Trump y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, han abordado el tema en distintas ocasiones y que el mandatario estadounidense “no está contento con la decisión de no liberarlo”.

Ante las medidas aprobadas por la Casa Blanca, el Gobierno turco anunció que tomaría “medidas equivalentes” en represalia y de manera inmediata.

"Protestamos enérgicamente contra la decisión del Ministerio de Hacienda estadounidense de imponer sanciones contra nuestro país", denunció el Ministerio de Exteriores de Turquía en un comunicado.

Por su parte, el presidente turco expresó su rechazo a la decisión tomada por Washington y dijo que "nadie gana nada tratándonos con un lenguaje amenazante. No premiaremos las amenazas". El mandatario también anunció que Turquía no haría concesiones con respecto a la independencia de su poder judicial.

Las declaraciones de Erdogan se produjeron un día después de que un tribunal turco rechazara una apelación para que Brunson fuera liberado del arresto domiciliario.

Las autoridades turcas piden hasta veinte años de cárcel para el religioso, que según la fiscalía, tendría vínculos con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), al que el presidente Erdogan califica como “terrorista” y con el predicador islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, a quien el gobierno Turco culpa por el intento de golpe de Estado de 2016.

Las tensiones entre las dos naciones también se han intensificado por la negativa de la Justicia de Estados Unidos a extraditar a Gülen por falta de pruebas concluyentes sobre su participación en el fallido golpe en Turquía.

Ante esta situación la lira de Turquía cayó a un mínimo histórico frente al dólar este martes. La moneda turca se desplomó hasta un 1,7 por ciento a 4,9985 por dólar.

Turquía sigue estando particularmente expuesta a cambios en la confianza de los inversores, dadas sus grandes necesidades de financiación externa. Cualquier desaceleración en los flujos de capital puede pesar sobre la moneda y los bonos.

Tensiones entre Turquía y EEUU por la situación del pastor Brunson
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