El presidente electo de EEUU, Donald Trump, anunció el pasado jueves a través de un comunicado que ha elegido al abogado especializado en bancarrotas David Friedman como embajador de su país en Israel.
Friedman, que fue uno de los principales asesores de Trump durante la campaña electoral, es un judío ortodoxo cercano a la extrema derecha israelí.
Según informó rtve, Friedman ha cuestionado la solución de dos estados en el conflicto palestino-israelí y ha comparado a los judíos de izquierda en EEUU con los judíos que ayudaron a los nazis en el Holocausto.
Durante la campaña, Trump dejó en claro que apoyaría a Israel en diversos temas críticos y prometió el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, una medida que seguramente generará objeciones de los musulmanes en todo el mundo y que prácticamente reconoce a la ciudad como la capital del Estado hebreo a pesar de las objeciones internacionales. También dijo que no presionará a Israel para que mantenga negociaciones con los palestinos.
EEUU y otras potencias no consideran a Jerusalén como la capital de Israel -las embajadas de otros países también están en Tel Aviv- y no reconocen la anexión de la zona este de Jerusalén después de su captura en la guerra de 1967.
